Ferrán Adriá, Jöel Robuchon y Manuel de la Osa, premiados por la Academia castellano-manchega de Gastronomía

Redacción

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Los cocineros Ferrán Adriá, Joël Robuchon y Manuel de la Osa han sido reconocidos en la II edición de estos galardones organizados por el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Sociedad Don Quijote de Conmemoraciones Culturales y por la Academia castellano-manchega de Gastronomía.

El restaurador francés Joël Robuchon aseguró estar «profundamente emocionado» al reencontrarse con una región, Castilla-La Mancha, rica no sólo en «tesoros gastronómicos y recetas ancestrales», sino también en «cocineros modernos y dinámicos» que, concluyó, forman parte de la diversidad de la cocina europea.

El también galardonado con el Premio Internacional de Gastronomía Don Quijote, Ferrán Adriá, trasladó su agradecimiento por el premio y recordó la importancia de relacionar el nombre de Don Quijote a la gastronomía. «Asociar ambas cosas es maravilloso porque estamos hablando de cultura en mayúsculas y todos queremos que la cocina sea considerada como lo que es, cultura», afirmó.

Finalmente, el restaurador conquense Manuel de la Osa, que recibió el Premio Dulcinea de manos del presidente de Castilla-La Mancha, aprovechó la ocasión para resaltar el enorme esfuerzo que los profesionales de la región están realizando para colocar la gastronomía castellano-manchega entre las mejores del mundo. «Castilla-La Mancha se merece este reconocimiento y muchos más porque todos estamos trabajando muy duro», declaró y recordó el esfuerzo de muchos cocineros jóvenes que se encuentran en una región que, señaló, «cuenta con grandes bodegas y una de las mejores despensas de todo el país».

Organizados por el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Sociedad Don Quijote de Conmemoraciones Culturales y por la Academia Castellano-manchega de Gastronomía, estos premios pretenden reconocer la cocina como un elemento más en el desarrollo de las sociedades, a la vez que intentan destacar la riqueza de algunos de los productos agroalimentarios de la región como el vino, el azafrán o el aceite. El premio Don Quijote, de carácter internacional, tiene como objetivo reconocer las técnicas de trabajo y las propuestas de los cocineros más importantes del mundo, mientras que el premio Dulcinea está destinado a distinguir al más destacado representante de la cocina castellano-manchega.

En esta II edición, el jurado ha decidido entregar el Premio Quijote ‘ex aequo’ al francés Jöel Robuchon y el español Ferrán Adriá, considerados por la crítica como ‘El gran cocinero del siglo XX’ y el ‘Chef del siglo XXI’, respectivamente. El cocinero castellano-manchego Manuel de la Osa ha sido distinguido con el Dulcinea en reconocimiento a sus más de 25 años de trayectoria profesional al frente del restaurante Las Rejas, en Cuenca.

La primera edición, celebrada en 2007, sirvió de homenaje al papel de la mujer en la cocina y las galardonadas con el Premio Quijote fueron las únicas cuatro cocineras del mundo que han conseguido tres estrellas de la guía Michelín: la española Carme Ruscalleda y las italianas Nadia Santini, Luisa Marelli Vallazza y Annie Féolde.