La Acadèmia Catalana de Gastronomia concede a Oriol Rovira el premio a mejor cocinero del año - Redacción

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«Las vajillas ostentosas y las paredes doradas de los restaurantes pomposos no están de moda. Cada vez son más los que creen que hoy el auténtico lujo es comerse una pularda que el cocinero ha visto crecer en su propia granja o saborear unos tomates de un huerto que está a dos pasos de la cocina. Así lo entienden quienes proclaman que ha llegado la hora del ecochef, el cocinero vinculado a la tierra que busca los mejores productos de su entorno», de esta forma empezaba el artículo de hoy en La Vanguardia escrito por Cristina Jolonch, la caníbal a la que ayer se le entregó oficialmente el premio nacional de gastronomía a la mejor labor periodística.

Y se refiere a Oriol Rovira, que recibió ayer el premio al mejor cocinero del año en la cena donde la Acadèmia Catalana de Gastronomia otorga sus premios anuales. Asistieron 130 personas, tuvo lugar en el hotel Majestic y estuvo elaborada por Fermí Puig, cocinero del Drolma. Miquel Espinet, presidente de la Acadèmia explicó destacó que se ha querido premiar el mérito de su cocina, «basada tanto en un excelente producto de temporada como en la autenticidad, el sabor y el respeto a la geografía y el entorno natural». Este cocinero, uno de los referentes de la llamada ecococina, regenta el restaurante Els Casals (situado en Sagàs, Berguedà), donde junto a sus hermanos administran una finca familiar autosuficiente: Oriol, en la cocina, y sus hermanos, haciéndose cargo del huerto y de la cría selectiva de animales.

Rafa Peña, cocinero del restaurante barcelonés Gresca, obtuvo el premio al mejor cocinero joven. El Gresca es uno de los bistronomics más de moda en la ciudad condal, ya que ofrece una propuesta basada en la cocina de autor de alto nivel a precios asequibles. Por otro lado, la Càtedra Sent Sovi fue premiada por su labor divulgativa; mientras que Josep y Salvador Capdevila, distribuidores de los grandes mercados barceloneses, ganaron el galardón a mejores profesionales del año. Josep Maria Boix y Loles Vidal, propietarios de la Torre del Remei, se llevaron el premio especial de la Academia por su labor como embajadores de la gastronomía de la Cerdanya.