¿Cómo es el perfil del enoturista?

Redacción

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En estos tiempos en los que muchos aprovechan el buen tiempo para disfrutar del aire libre, la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) acaba de publicar su último informe sobre la Demanda del Turismo del Vino, a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España. ¿Quieres saber cómo es el perfil del enoturista?

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El informe sobre Demanda del Turismo del Observatorio Turístico de las Rutas  del Vino de España tiene como objetivo «obtener la imagen más acertada posible del enoturista, analizando los destinos elegidos; las motivaciones del viaje y la organización del mismo; el origen, la edad y el perfil sociodemográfico del visitante; la duración de su estancia en destino y el gasto, entre otros aspectos». El estudio se concentra en el período comprendido entre el segundo semestre de 2019 y el primero de 2020*, y sus resultados son bastante similares a los obtenidos en los estudios precedentes.

Según se concluye, el gasto medio en destino sigue estabilizado, aunque presenta una ligera subida que lo sitúa en 162,05 euros al día, habiendo aumentado prácticamente todas las partidas relacionadas con él (restauración, alojamiento, visitas bodegas y museos, regalos…) El gasto en enoturismo sigue siendo superior al del turista general extranjero (154 euros al día, según el último informe del INE-EGATUR) y al del nacional (49,26 euros al día, según datos Familitur). Otro de los parámetros analizado, el tiempo de estancia en destino, permite conocer el gasto medio por estancia. Así, al combinar los 162,05 euros diarios de gasto con los 2,41 días de media de estancia (prácticamente la misma cifra que en el anterior informe, 2,40) obtenemos la cifra de 390,54 euros de gasto medio total diario.

En cuanto a las pernoctaciones, el informe destaca que cada vez son más los viajeros que pernoctan en las Rutas del Vino de España (62,94%) frente a los que realizan excursiones, escapadas sin estancia, un dato que puede derivarse del cada vez mayor número de propuestas de calidad complementarias. Como en el informe precedente, se ha analizado específicamente el comportamiento de los visitantes que no pernoctan (modo de desplazamiento, actividades que realizan, motivación…) con el propósito de desarrollar ideas que puedan ayudar a convertir a esos excursionistas en visitantes pernoctadores. Esos viajeros que han pernoctado han elegido sobre todo alojamientos hoteleros de categoría superior o alojamientos rurales. El 22,2%, concretamente, han escogido hoteles de 4 estrellas y el 18,6% han optado por el tipo de alojamiento rural, invirtiéndose las preferencias con respecto al anterior informe.

El estudio del perfil del enoturista de las Rutas del Vino de España vuelve a indicar que la mayor parte de los viajeros lo hacen en pareja (45,3%), seguidos de los que lo hacen en grupos de amigos (30%) y en familia, ya sea con niños (10,6%) o sin niños (6,8%). Aunque los viajes en familia han disminuido ligeramente respecto a los datos del anterior informe, sique siendo notoria la importancia del enoturismo como alternativa vacacional familiar durante los últimos años.

En lo que se refiere al medio de transporte utilizado, el coche (propio o de alquiler) continúa siendo el preferido (84,5%), lo que pone de manifiesto el carácter autónomo y personalizado del enoturismo.

En cuanto a las actividades que realizan los turistas del vino, la visita a las bodegas repite como actividad estrella (1,97 bodegas de media, cifra algo superior a la anterior, de 1,93). Visitar los pueblos de las Rutas del Vino de España sigue ocupando el segundo lugar, seguido de degustar la gastronomía local y probar los vinos. Propuestas como las visitas a los museos y las actividades culturales o en la naturaleza siguen manteniéndose en los mismos porcentajes. Merece destacar el aumento de otras actividades relacionadas directamente con el mundo vitivinícola como la visita a viñedos o las catas de vino.

El interés por conocer los destinos vitivinícolas sigue siendo el principal motivo que mueve a los enoturistas. El porcentaje de los que así lo declaran ha aumentado del 37,9% al 40%, lo que vuelve a poner de manifiesto el gran motor de atracción que supone la cultura del vino. Un 38% de visitantes eligen las Rutas del Vino de España como destino de sus vacaciones o viajes de ocio, mientras que otros llegan a ellas atraídos por la gastronomía de la zona, la cultura o la naturaleza. La elección de una u otra ruta sigue estando basada en las recomendaciones de amigos y familiares (40,8%), en el interés que despiertan los vinos de una zona (24,5%) y en la atracción generada desde la página web, redes sociales o Internet en general.

Entre las rutas que los encuestados dicen haber visitado con anterioridad destacan Ribera del Duero (39%), Rioja Alavesa (32,4%) y Rioja Alta (31,2%), seguidas de Rueda(18,2%), Rías Baixas (16,8%) y Marco de Jerez (15,8%), aunque todas las 31 Rutas del Vino que actualmente forman parte de la marca han sido señaladas por los encuestados, lo que refleja el interés creciente por conocer la oferta de enoturismo de calidad que representa. Entre las que los enoturistas desean visitar en su próximo viaje están, por este orden, Ribera del Duero, Rías Baixas, Rioja Alta, Rioja Alavesa y El Bierzo.

Aunque el turismo del vino es un producto con un cierto equilibro entre sexos, el nuevo informe vuelve a destacar el predominio de la mujer frente al hombre (57,2% frente al 42,8%), habiendo aumentado, además, en varios puntos. En cuanto a la edad de los enoturistas, la mayoría (el 32,5%) tienen una edad comprendida entre los 36 y los 45 años, seguida de la franja de edad que va de los 46 a los 55 años (25,7%). Si en el anterior informe el público más joven (de 18 a 25 años) había experimentado un crecimiento, en este vuelve a retroceder, representando ahora el 6% del total de visitantes.

Según Acevin, «Debido a la crisis derivada de la Covid-19 no ha sido posible recabar prácticamente ninguna información durante los últimos cuatro meses del periodo analizado (marzo, abril, mayo y junio 2020), ya que no ha existido prácticamente actividad turística en las rutas. Por tanto, los datos de este informe no pueden interpretarse en ningún caso como un reflejo de lo sucedido en ese periodo en el que apenas se han registrado encuestas».