Reproducimos en 7caníbales el artículo publicado por Marina López en El Periódico de Catalunya:
El equilibrio entre la cocina tradicional, los productos de la zona y la vanguardia de la gastronomía moderna, se han unido a la conmemoración del Centenario de la Costa Brava. Más de 70 chefs de las comarcas de Girona se encontraron ayer para fotografiarse en la playa de Cap Roig, en Calonge (Baix Empordà), y mostrar así su adhesión a la promoción de esta marca que ya tiene cien años de historia.
Entre ellos, caras conocidas que ostentan estrellas Michelin como Joan Roca, Paco Pérez, Pere Arpa, Marc Gascons y Lluís Feliu. El gran ausente de la cita gastronómica fue el galardonado cocinero del mejor restaurante del mundo. Ferran Adrià y El Bulli (Roses) han brindado su apoyo a la iniciativa, aunque él no pudo participar en la foto de familia debido a problemas de agenda.
Los chefs no se han limitado a dejarse plasmar en una instantánea y, conscientes de que su trabajo es uno de los valores de la Costa Brava, han añadido su grano de arena a la celebración del centenario confeccionando platos muy especiales.
83 restaurantes de las comarcas de Girona han elaborado el Menú del Centenari que busca potenciar los platos que se han cocinado en la Costa Brava. El Aula Gastronòmica de l’Empordà ha confeccionado un listado con los manjares que han acompañado el paisaje de la Costa Brava durante sus cien años de historia, y los ha ofrecido a los restaurantes para que hagan su selección.
Se trata de platos basados en la cocina tradicional pero que cada chef ha adaptado a su estilo. Así, la sepia con guisantes puede ser un guiso, un carpaccio o un aperitivo dependiendo de quien lo cocine. Todos los restaurantes están reconocidos por alguna guía gastronómica como aval de calidad.
Manjares variados de la zona
La Carta de la Costa Brava incluye entremeses, aperitivos, platos de mar y montaña, de tierra y, como no, los dulces de postre. Sopa de menta o de tomillo, escalivada, setas, rap con patatas, bacalao, arroz a la cazuela, gambas, pies de cerdo, cabra de mar, asado, conejo con caracoles o buñuelos de l’Empordà, son algunos de los manjares característicos de la Costa Brava que los comensales podrán disfrutar en los restaurantes hasta finales de año.
Además de festiva, la jornada también sirvió para que las primeras espadas de la gastronomía gerundense reivindicaran sus orígenes en una demarcación que puede presumir de tener 14 estrellas Michelin. Joan Roca, el chef del Celler de Can Roca de Girona, asegura que los platos modernos e innovadores no serían «nada» sin las recetas tradicionales de la abuela. Así, la elaboración del menú se «aferra» a sus orígenes culinarios para luego poder avanzar y «crecer».
El cocinero explica que ha aprovechado la celebración del Centenario para sumar a su carta la mezcla de mar y montaña, un sabor que proviene del mismo paisaje de la Costa Brava marcado por el contraste entre las playas, el agua y las montañas escarpadas de los acantilados.
Después de la fiebre por la cocina de vanguardia, los cocineros han reivindicado la vuelta a los orígenes para coger fuerzas e impulsar un nuevo salto. Marc Gascons, del restaurante Els Tinars de Llagostera, defiende la «recuperación» de los platos que se habían dejado de lado para «actualizarlos» y volverlos a poner en boca de la gente. La intención es aprovechar la ocasión para proyectar la Costa Brava y su gastronomía.
Pero no todo es mar. Pere Arpa del restaurante Ca l’Arpa del Pla de l’Estany, también defendió la gastronomía de las comarcas del interior de Girona. El chef basa su cocina en los productos del huerto y la carne de corral, para poner sobre la mesa platos más cercanos a la cocina tradicional.
Apoyo de los sumillers
Hace 100 años el periodista y escritor Ferran Agulló bautizó el litoral de Girona con el nombre de costa Brava. El de ayer, es uno de los actos que el Patronat de Turisme Costa Brava Girona ha organizado para conmemorar la efeméride.
Vestidos para la ocasión, luciendo una bata de cocina con el logotipo del centenario, los cocineros posaron para las cámaras en uno de los rincones más emblemáticos de la Costa Brava, Cap Roig.
A parte del menú, los sumillers de la demarcación de Girona también han brindando su apoyo a la conmemoración seleccionando un vino blanco, uno negro y otro dulce para convertirlos en los caldos del Centenario de la Costa Brava.