Zafra, un pueblo de cinco estrellas Michelin

Redacción

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Guillermo Martínez tiene el restaurante Plaza Grande en Zafra (Badajoz) y contaba que ayer no dejó de sonar el teléfono para tratar de reservar mesa. Lógico. Muchos asiduos se habían enterado de que anoche este propietario local prestaría su cocina a Kiko Moya, que luce dos estrellas Michelin en su restaurante L’Escaleta, en Cocentaina (Alicante), de un tamaño similar a Zafra. “Espero que sea una experiencia inolvidable porque que aquí cocine una estrella así no se da todos los días”, decía con la esperanza de que iniciativas así estimulen a profesionales como él para conseguir una distinción similar. De su restaurante salieron ayer, entre otros platos, un arroz caldoso y un postre denominado melón de invierno.

Kiko Moya y Guillermo Martínez, de Plaza Grande
Kiko Moya y Guillermo Martínez, de Plaza Grande

En otro restaurante local, Acebuche, cocinó el gallego Pepe Vieira, otro estrella Michelin que trabaja en Poio. Ruud Koster se declaró orgulloso de que esta idea ponga a su negocio en el foco de la gastronomía internacional por una noche. Los siete platos (con una lubina asada en hoja de higuera y una berenjena a la llama aplaudidos unánimemente) que se sirvieron asombraron a la treintena de privilegiados comensales, entre los que estaba el cántabro Nacho Manzano (Casa Marcial**, Arrionadas).

Ruud Koster, de Acebuche, con Pepe Vieira
Ruud Koster, de Acebuche, con Pepe Vieira

El tercer restaurante participante elegido por Terrae, el I Encuentro de Gastronomía Rural que ha organizado Vocento, fue La Rebotica, a pocos metros de los dos anteriores. Es propiedad de José Luis Entradas, profesional que ya había trabajado antes con otras estrellas Michelin. Cuando inició su propia carrera nunca imaginó que una de ellas viniera a cocinar a su casa. Lo hizo Fina Puigdevall, que tiene en Olot (Girona) Les Cols**. De las manos de la afamada cocinera y su equipo salieron siete platos espectaculares.

Fina Puigdevall y José Luis Entradas, de La Rebotica
Fina Puigdevall y José Luis Entradas, de La Rebotica

“Es una manera de seguir aprendiendo”, señalaba Entradas, consciente de que esta propuesta, aunque sea excepcional, “relanzará el trabajo de los que no estamos en las grandes capitales”. Había sido la “Noche de las Estrellas”, que había convertido a Zafra, por un momento, en el pueblo con más estrellas Michelin del mundo. Era la magia de Terrae, un encuentro que ayer cerraba las puertas con tan magno acontecimiento. Con la redacción de su Manifiesto, el pueblo pasa ya a la historia de la gastronomía insular. Y no solo por una noche.