Casa Suecia. Marqués de Casa Riera, 4
Junto al Círculo de Bellas Artes y dividida en dos alturas, la azotea de este rincón escandinavo, fundado hace 70 años y a día de hoy regentado por la cadena NH, regala unas impagables vistas 360 grados del centro de la ciudad. Para comer propone dos barbacoas: una de mar (38 €, dos pax, con mejillones, almejas o zamburiñas) y otra de tierra (28 €, dos pax, con chorizo, morcilla o secreto ibérico), además de una carta de picoteo que incluye jamón, tacos variados o hamburguesa.
El Cielo de Alcalá. Alcalá, 66
Pocos hoteles de Madrid pueden presumir de una ubicación como la del H10 Puerta de Alcalá: a tiro de piedra del monumento que le da nombre y del Parque del Retiro y a dos minutos a pie de la Milla de Oro. En su octava planta está El Cielo de Alcalá, con piscina acristalada, zona de hamacas y la posibilidad de comer, en horario ininterrumpido, de mediodía a medianoche. Tartar de atún, steak tartar, tacos de cochinita pibil, calamar a la andaluza, arroz de carabineros, salmón a la naranja, presa ibérica…
Dani Brasserie. Sevilla, 3
Una de las joyas del miniimperio del malagueño Dani García en Madrid es la azotea de la séptima planta del exclusivo y supercéntrico Hotel Four Seasons. Con unas estupendas vistas y rodeada de vegetación, la propuesta se divide en varios apartados. Por un lado, el Raw Bar, con oferta de lujo informal: ostras al natural, caviar o gamba blanca y un apartado dedicado al atún, con aguacate a la brasa y ventresca, descargamento con pimientos amarillos o láminas de o’toro con tomate rallado. Por otro, la carta propiamente dicha, pensada para complacer a todo tipo de público: pastas, arroces, hamburguesas, pescados y mariscos a la brasa… Y, finalmente, recetas clásicas de la trayectoria de García, como el yogur de foie, oporto y parmesano o el legendario Tomate nitro y gazpacho verde. Dos miércoles noche de julio (16 y 30) y otros dos de agosto (13 y 27), tendrá lugar “Dani’s Cinema Club”, con la proyección de las películas El menú, Come, reza, ama, Ratatouille y Mujeres al borde de un ataque de nervios acompañadas por un menú creado ad hoc por el chef para estas sesiones al aire libre.

Doña Luz. Montera, 10-12
A dos pasos de la Puerta del Sol, en la azotea del B&B Hotel Puerta del Sol, Doña Luz es un encantador rincón que destila espíritu latino por todos sus poros. La decoración está inspirada en la arquitectura colonial de la ciudad caribeña colombiana de Cartagena de Indias. Y la carta, quizá demasiado larga, incluye guiños a Perú (causa de pollo; cebiche de corvina), a México (nachos con guacamole, jalapeños, pico de gallo y ternera mechada; tacos del pastor), a Venezuela (tequeños rellenos de queso y guayaba; cachapas de rabo de toro y queso latino) o a Cuba (sándwich relleno de cerdo marinado). ¿Para beber? Lo han adivinado: cócteles con mezcal, tequila, ron o pisco… y spritz.
Ella Sky Bar. Gran Vía, 42
Brunch sábados y domingos a mediodía (40 euros). Menú del día de lunes a viernes (25 euros). Tardeo con dj’s y cócteles. Y, por supuesto, la posibilidad de comer a la carta platos sencillos con toques viajeros como cazón en adobo con mayo de cítricos; hummus, ajos confitados, tierra de aceituna y regañás; tartar de salmón con ponzu y aguacate o brocheta de pollo de corral al tandoori con base de arroz jazmín. Son las opciones disponibles en la décima planta de uno de los edificios más característicos de la Gran Vía, junto a la plaza del Callao y frente al luminoso de Schweppes por el que trepaba Santiago Segura en El día de la bestia.
Gingko Sky Bar. Plaza de España, 3
Tomado de una planta medicinal, Gingko es el nombre de los restaurantes de los hoteles de la cadena VP. Éste se encuentra en la planta 12 del VP Plaza de España, cuenta con una superficie de mil metros cuadrados y proporciona vistas de 360 grados de la ciudad. En la carta, fiel a la línea de la enseña, la cocina tradicional mediterránea convive con lo asiático. Por un lado, platos como salmorejo, croquetas de jamón, torreznos, tartar de atún, lubina meunière o pluma ibérica con revolconas. Por el otro, sushi (nigiris y rolls), gyozas de pollo o chipirones con bísquet thai. De lunes a viernes a mediodía, menú por 39 €/pax. Interesante y completa carta de vinos y, como no puede ser de otra forma, cócteles de autor.
Gran Vía, 18. Gran Vía, 18
En la sexta planta de la megatienda Wow Concept, un rooftop controlado por la loba capitolina y dividido en dos espacios, uno asomado a la mismísima Gran Vía y el otro sobre la calle del Clavel. Cócteles de autor a cargo de Daniel Regajo (que pasó por StreetXo) y cocina informal y un punto cosmopolita pensada para compartir y diseñada por el chef Jairo Jiménez: brioche de steak tartar, bikini a la brasa, samm con palomitas de langostino en tempura, batatas bravas o buñuelo de queso Idiazábal.

Grupo Azotea
Como su propio nombre indica, se trata de un grupo centrado en restaurantes ubicados en las alturas de edificios muy especiales. Azotea Cibeles está en la cima del Palacio de Comunicaciones de Antonio Palacios (Plaza de Cibeles, 1), asomado a la plaza que le da nombre. La carta de cócteles creativos y la de bocaditos (ensaladilla rusa con encurtidos y pan sardo; sándwich de roastbeef, mahonesa y hojas verdes; hamburguesa de vaca madurada) diseñada por el chef ejecutivo de Cornamusa, Jesús Almagro, son sus bazas. Club Financiero Génova se sitúa en la planta 15 del Centro Colón (Marqués de la Ensenada, 4), sobre la plaza dedicada al descubridor genovés. La oferta de picoteo ligero está asesorada por el grupo La Ancha e incluye cosas como potito trufado by Nino. Homenaje a la Gabinoteca; croquetas de jamón ibérico; calamares de potera a la andaluza o bikini de carrillera de ternera y trufa. Por supuesto, no faltan los cócteles. En plena Gran Vía, en lo alto del Hotel NH Collection Gran Vía (Gran Vía, 21), se encuentra Picalagartos Azotea Bar&Restaurant en el que, además de los ínclitos cócteles, se puede tomar pan cristal con escalivada y sardina ahumada; tartar de atún rojo con yema, trufa y vinagreta de ajetes o torreznos con mojo picón. Por último, Azotea del Círculo, que fue el primer local del grupo allá por 2013, en el Círculo de Bellas Artes (Marqués de Casa Riera). Por supuesto, cócteles, y, para acompañar, croquetas de jamón o gambones confitados en salsa de ajillo.

Picos Pardos Sky Lounge. Velázquez, 62
En la Milla de Oro del barrio de Salamanca, en la azotea de Hotel Bless, este Sky Lounge piscinero propone una carta que combina producto de lujo (ostras, caviar oscietra) con recetas que son un compendio de los ver y ser vistos capitalinos: guacamole, cebiche, burrata, tacos, carpaccios, sashimi de atún, carnes y pescados a la parrilla… También dispone de una oferta específica para los más pequeños. Los sábados y domingos, de 13 a 19 h., gildas con vermú (Martini, que para eso es el patrocinador del espacio).

Roof 66. Gran Vía 66
En la parte baja de Gran Vía, casi llegando a Plaza de España, el rooftop del Hotel Vincci Vía ofrece una curiosa panorámica de los techos y azoteas aledaños. Para acompañar las vistas, los atardeceres y los cócteles, una cocina sin excesivas alharacas ni exigencias: pizza de pollo marinado; hamburguesa de ternera con queso trufado, foie y cebolla crujiente o zamburiñas en su concha.
RT60. Ronda de Atocha 17
Teniendo en cuenta que hablamos de la azotea del Hard Rock Hotel, localizada en la décima planta del mismo, y que su decoración está inspirada en Nueva York es fácil deducir que aquí a lo que se viene, aparte de a disfrutar de las vistas de la zona de Atocha, el Reina Sofía y La Casa Encendida, es a comer al más puro estilo americano: guacamole, ensalada César, smashburger, aros de cebolla y cheesecake. Entre los cócteles, la estrella es el spritz.
The Social Hub Madrid. Cuesta de San Vicente, 28
The Social Hub Madrid es una residencia destinada a estudiantes localizada frente a la parte occidental del Palacio Real y del Campo del Moro. En el bar de su cuarta planta ha puesto en marcha para el verano la propuesta Lo que se merece Madrid, en la que cohabitan platos tradicionales, como la ensaladilla con piparras y atún rojo, los callos o la tortilla entera (con cebolla, ay), con esa fusión omnipresente en la hostelería de nuevo cuño, caso del cebiche de pulpo con mango y chamoy, la pinsa de coppa, scamorza y trufa o el salmorejo de sandía. Para beber, modernidad a tope: vinos ecológicos, cócteles de autor, kombuchas, smoothies…

Le Tavernier. Mesonero Romanos 13
Se autodefine, con cierta gracia, como “el tejado más marinero de Madrid, para madrineros y madrineras”. Un concepto que hace más referencia al mar de azoteas que es la zona de Gran Vía en la que se ubica que a la propuesta gastronómica, en la que los más ictiófagos apenas si encontrarán un tataki de atún o una brocheta de langostinos. Los carnívoros, en cambio, disponen de una panoplia más amplia, desde quesadilla de ternera hasta alitas de pollo, pasando por carpaccio de vaca, nachos con zorza o taco de costilla de cerdo. Como entrantes a compartir, tequeños de queso, croquetas de queso de tetilla o patatas bravas con alioli. Amplia variedad de cócteles clásicos y notable bodega, con una muy interesante selección de blancos.
La Terraza del Urban. Carrera de San Jerónimo, 34
Hace ya muchos años que la azotea del lujoso Hotel Urban es uno de los place to be estivales por excelencia de la capital para alterne nocturno de alto nivel, copa en mano. Los responsables del restaurante del hotel, el estrellado Cebo, Javier Sanz y Juan Sahuquillo (los Cañitas albaceteños), se han propuesto que también sea un place to be gastronómico y para ello han diseñado la propuesta Mordiscos by Cebo, con platillos tan divertidos e informales como enjundiosos: mini hotdog de pulpo a feira con kimchi; croissant de tartar de atún rojo y huevo en dos cocciones; savarin brioche de guiso de carrillada y tártara y, nobleza obliga, las míticas croquetas ganadoras en Madrid Fusión 2021. Todo, a escasos metros del cada día más convulso Congreso de los Diputados.