Hace unos días se presentó el Manifiesto por la Cocina Asturiana, apadrinado por Nacho Manzano y José Antonio Campoviejo, e impulsado por David Montes, Borja Alcázar, David Castañón y David Remartínez, en el Museo del Pueblo de Asturias, Gijón.
El texto, que incluye doce principios y diez consejos de buenas prácticas hosteleras, pretende convertirse en un documento de reivindicación de la cocina asturiana desde un punto de vista histórico, cultural y tradicional. El manifiesto representa un compromiso de compra y consumo de producto asturiano para apoyar al sector primario y recuperar tradiciones y recetas. Esta defensa del patrimonio gastronómico asturiano invita a que todo aquel que esté implicado en el sector gastronómico, de una o de otra forma, se sume a esta iniciativa. No solo está dirigida a cocineros, agricultores, ganaderos o pescadores sino incluso a transportistas, distribuidores o comunicadores.
La lectura inaugural del manifiesto destacó la necesidad de que las palabras se convirtieran en un compromiso real y honesto y no quedaran en una mera declaración de buenas intenciones.
Entre las reivindicaciones que pueden leerse en el documento se encuentran que las cartas incluyan la procedencia del producto asturiano; que se indiquen los lagares y zonas geográficas de las sidras; que se distingan los restaurantes de cocina asturiana o que la venta rural pueda gestionarse directamente a particulares y tiendas.