La reapertura de la restauración en China podría vislumbrar el futuro de la española 

Mónica Ramírez

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Hace escasas semanas que China ha reactivado la rutina económica de sus negocios, entre ellos, los restaurantes. Salvando diferencias culturales y casuísticas, quizás, su protocolo de actuación sirva para intuir lo que ocurrirá en nuestro país cuando se levante el Estado de Alarma y recuperemos, poco a poco, nuestro día a día. 

La reapertura de la restauración en China podría vislumbrar el futuro de la española  0

Como decíamos, teniendo en cuenta las diferencias culturales de cada país junto con la diversa casuística de cada uno de ellos, mientras el Gobierno no anuncie un protocolo de acción tras el fin del Estado de Alarma, las medidas adoptadas en China para la reapertura de sus restaurantes, nos hace intuir cómo pueden ser las nuestras.   

 Protocolo de actuación en China

El director de la OMS, Tedros Adhanom, explicó hace una semana que, dado que la disminución de los casos de Covid-19 no se sucedía al mismo ritmo que su propagación, se recomendaba a los países recuperar la actividad postcoronavirus lentamente. Y así ha sido en el caso chino. 

En el país asiático los primeros locales que han abierto sus puertas han sido los que se encuentran alejados de las grandes ciudades. Y a continuación, le han seguido el resto.  

Una de las primeras medidas que se ha activado es la de higiene. Los locales deben desinfectar todas sus instalaciones y mantener una serie de pautas de limpieza estrictas. El chef Sergi Arola, con negocios en el país asiático, publicó en sus redes que habían buscado el producto más adecuado para desinfectarlo todo. «Trabajamos con una empresa para que nos asesorara. Lavamos todo con Kay5 disuelto en diferentes cantidades de agua, incluso verduras y frutas», escribía el cocinero. El cliente tiene que desinfectarse las manos antes de entrar al local pero «cuando se sienta se le proporciona, de nuevo, toallitas desinfectantes, el menaje es esterilizado y el aire desinfectado antes de cada servicio”, añade Arola.

Por otro lado, como ya ocurre en España en supermercados y farmacias, el número del aforo del restaurante en China está limitado, así como el número de personas que pueden sentarse en cada mesa (existen, también, restricciones en el número de personas que pueden reunirse). Los que comparten mesa se sientan en diagonal y no frente a frente. Y, como era de esperar, cada mesa guarda una distancia estipulada.  

Antes de que el comensal acceda al interior del local se escanea su código QR para registrar su visita. Arola especifica “si el código es verde, la persona no ha estado contagiada, ha estado en sitios/zonas de contagio y ha cumplido con la cuarentena; si es amarillo, significa que su caso aún se está estudiando y si es rojo, significa que ha estado infectado o en zonas de contagio o no ha cumplido las medidas preventivas”. A continuación, se le toma la temperatura y se rellena una ficha en la que se anota su nombre, apellidos y la mencionada temperatura. Como indicábamos anteriormente, el cliente debe desinfectarse las manos antes de entrar. 

El uso de mascarilla es obligatorio salvo para comer, evidentemente. También es obligatorio para el personal. Sergi Arola afirma “las mascarillas personales se guardan para desinfectar o se tiran en una basura especial. Cuando se sale y entra del restaurante hay que seguir un protocolo que incluye las suelas de zapatos, manos y poner gel de alcohol. Nadie de fuera puede entrar en la cocina ni puede circular sin mascarilla y guantes en la cocina”. 

De acuerdo con la información recopilada, se habla de que, actualmente, el público chino que circula, en su mayoría, en centros comerciales y restaurantes es, principalmente, joven. También se apunta que, en cuanto a menús y precios, estos no han variado ostensiblemente, aunque no hay la misma disponibilidad de platos y productos. 

No obstante, a pesar de tomar todas las medidas de precaución e higiene necesarias para garantizar la seguridad de sus locales, los restauradores se tendrán que enfrentar a un enemigo mayor:  el miedo.  

(Si quieres saber más, puedes leer la entrevista que le hicimos a Sergi Arola donde nos da los detalles)