Slow Fish 2009. Los sabores de España - Redacción

Redacción

|

Slow Fish 2009
Slow Fish 2009

Entre el 17 y el 20 de abril va a tener lugar en Génova el congreso Slow Fish 2009, una feria internacional de periodicidad bienal totalmente dedicada al mundo pesquero y a su problemática. El certamen, que está organizado por Slow Food y la Administración Regional de Liguria, pretende adentrarse en la producción pesquera sostenible y el consumo responsable en lo que respecta al mar y a los ecosistemas acuáticos. España y su pesca van a jugar un papel importante en esta edición.

Los Laboratorios del Gusto, iniciativas ideadas para dar a conocer la excelencia de la producción artesana nacional e internacional, presentan combinaciones y degustaciones ilustradas directamente por expertos, productores, pescadores, artesanos y viticultores. Tres laboratorios implican a España:

– Sábado 18, 16.00 horas, Los pescadores de la comunidad de Lira. En este Laboratorio el visitante puede conocer y probar el marisco gallego, preparado por las manos expertos de Xosé Cannas, chef del restaurante Pepe Viera de Combarro.

– Domingo 19, 19.00 horas, Los reyes de las algas. El productor y experto Antonio Muiños da a conocer todos los secretos de las algas en la cocina. El kombu, la lechuga de mar y las algas nori son algunas de las protagonistas que los visitantes pueden saborear en combinación con sake, Riesling altoatesino y vino blanco gallego.

– Domingo 19, 19.00 horas, Pescado en conserva, Italia-España empate a 3. Muestra de especialidades italianas y españolas, en lata o en tarro: en aceite, en sal, deshidratado o en salmuera. Los anfitriones saltan a la cancha con alici de Menaica, missoltini del lago de Como y caviar calvisius de Agroittica (Brescia). El equipo español responde con caballa del Cantábrico, pescado seco de Formentera (producto del Arca del Gusto) y huevas de erizo de mar de la comunidad del Mar de Liria. Para acompañar el desafío, un vino de Jerez, un blanco italiano y un vodka. Un ron cierra el encuentro.

Por otra parte también se celebra el Teatro del Gusto, un espacio pensado para admirar en vivo los movimientos de los mejores chefs italianos y extranjeros mientras preparan sus platos en directo. El teatro tiene su escenario y su patio de butacas para albergar al público.

– Lunes 20, 16.00 horas, Marcelo: el tejedor de algas. Marcelo Tejedor, propietario y chef del restaurante Casa Marcelo (Santiago de Compostela), condecorado con una estrella Michelin y que trabajó con chefs del calibre de Jacques Maximin y Juan Mari Arzak. Marcelo define así su cocina: «Me gusta pensar que el condimento de mis platos es el sentido común, una cualidad bastante desdeñada en los últimos tiempos y que, sin duda, he heredado de mi madre». En Slow Fish propone un plato utilizando las algas seleccionadas por Antonio Muiños, el gurú de estas verduras de mar.

En todos los eventos con sello Slow Food juega un papel cada vez más central la educación del gusto. En este contexto, las buenas medidas a adoptar para ayudar al Mediterráneo a vivir se convierten en el leite motiv de la feria. Bajo esta perspectiva, la novedad de la edición de 2009 es el personal shopper, un experto que acompaña a los visitantes entre los mostradores del mercado durante la compra del pescado para descubrir la inmensa variedad del universo pesquero y dar relieve a aquellas especies, en ocasiones poco conocidas, que resultan excelentes en la cocina.

Para entender el concepto que busca difundir Slow Fish, es importante leer la siguiente declaración de intenciones que nos aporta la organización:

«Podría parecer una provocación: el tema principal de Slow Fish será el derecho al placer. En medio de tanta alarma sobre las condiciones de salud del mar, entre todas las prohibiciones que nos debemos imponer a la mesa para evitar la extinción del atún rojo o del pez espada (por citar sólo dos ejemplos), Slow Food siente en cambio cada vez más fuerte la necesidad de situar en primer plano su histórica marca de fábrica: justamente, el derecho al placer. Y, sin embargo, debemos partir precisamente de ahí: si queremos garantizar el placer gastronómico para nosotros mismos y para las generaciones futuras, debemos cuidar del mar y de sus recursos. Y debemos hacerlo hoy, inmediatamente, sin más dilación».