El vino ecológico navarro teme una "invasión" de las bodegas convencionales

Redacción

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El sector del vino ecológico teme que la resistencia que ha demostrado este nicho en tiempos de crisis, así como el crecimiento exponencial de este tipo de productos en los canales de venta tradicionales (supermercados e hipermercados) en toda Europa propicie una entrada masiva de los grandes grupos bodegueros en la elaboración de vinos ecológicos eliminando la ventaja competitiva en la última década han ido consolidando las empresas de tipo familiar en su momento apostaron por un sector completamente nuevo.

Esta preocupación fue expresada ayer por varios de los productores de vino ecológico de Tierra Estella que participaron en la mesa redonda que bajo el título Los escaparates del vino se celebró dentro del programa del VI Concurso de Vino Ecológico de Estella y del fin de semana ecológico que la ciudad celebra desde ayer.

Doce años de vida

Las bodegas ecológicas de Tierra Estella nacieron prácticamente todas a la vez, en torno a 1998, y hoy siguen siendo casi las mismas de entonces. Pero mientras que el sector del vino en Navarra ha atravesado una profunda crisis que le ha llevado desde las 18.000 ha cultivadas hace cuatro años a las 13.400 de este año y la previsión de 12.000 para el próximo, la viticultura ecológica ha seguido creciendo en la Comunidad foral, con un total de 1.000 hectáreas tanto en las denominación Navarra como Rioja.

Una vez superadas todas las diferencias de producto que antes separaban al vino ecológico del convencional, los distribuidores están comenzando a pedir vinos «bio» a precios más baratos, una oportunidad que se teme que pueda ser puerta de entrada para grandes grupos con mayores producciones. De hecho, desde Aroa Txus Macías reclamó a la Administración barreras de entrada para impedir que los grupos que no han contribuido a la creación de este sector se beneficien en igual o mayor medida que aquellas que lo han constituido desde el principio. De hecho, como puso sobre la mesa Jorge Ripa de Quaderna Vía el traspaso de grandes producciones convencionales a ecológicas en varios sectores, como está ocurriendo en toda España puede conllevar una relajación de los controles de producción para descrédito de todo el sector.

El fracaso de las negociaciones europeas para lograr una etiqueta de «vino ecológico», por la que luchan todos los productores fue puesto también sobre la mesa con el anuncio por parte de Sara Machín, directora técnica de CPAEN de que Bruselas ha decidido no retomar esta cuestión al menos hasta octubre del año próximo.