Cuatro de los 27 quesos con DO de españa son extremeños. Solo Asturias, con cinco, la supera en número de denominaciones de origen de queso. Torta del Casar y quesos de Ibores, Acehúche y Serena. Dos son de cabra (Ibores y Acehúche) y dos son de oveja, conformando un paraíso levantadao a fuerza de quesos intensos y de sabores sugerentes. El queso extremeño huele, sabe y se muestra distinto. Por eso preside las vitrinas de los principales mercados de España.
Además de los quesos con Denominación de Origen, están los maravillosos quesos artesanos de Castilblanco, Hoyos, Carbajo, Granadilla, Ribera del Fresno, Valencia de Alcántara, Castuera, Botija… Sin mencionr a las nuevas queserías que irrumpen con fuerza en el panorama extremeño.
Para guiarles por esta región de quesos y tortas, hemos recurrido a Turófilo especialita gastronómico de En Salsa, la sección de gastronomía del diario Hoy. Turófilo propcede del griego clásico a partir de las palabras tyros (queso) y philos (amor a), y sirve para identificar a los amantes del queso.

“En mi humilde opinión, el mejor queso de Extremadura tiene que ser de oveja pura merina y de la DOP Queso de la Serena, concretamente de la marca comercial Parada Real”, afirma rotundamente. Este queso se elabora en Castuera, en la quesería Serena Pura, propiedad de Diego Morillo. Se trata de un queso cremoso, de pasta densa y untuosa y paladar suave. En esta zona de producción, también recomienda Cancho Roano, de Quesería Tierra de Barros y La Castuereña de Suministros Gallardo. Fuera de la DOP, también destaca otras tres marcas: El Guilero de Castuera, Cremosito del Zújar de Campanario o La Barranquera de Royca.

Siguiendo con la oveja merina, también le llama la atención sobre la famosa Torta de Barros, de la Quesería Tierra de Barros, y la de Santiago Madera, de Santa Marta. Y, aunque no proviene de ovejas merinas puras, destaca el Rvber de Castrum Erat, en Castuera. Es un queso semicurado, de sabor agradable e intenso, con larga presencia en boca y pequeños toques semipicantes, con sensación grasa en el retrogusto.
Cabra de montanera
Pasando a las cabras, el especialista quesero, señala el Montanera de Rufino, elaborado en Oliva de la Frontera, una zona de dehesas repletas de alcornoques y encinas. Se trata de un queso muy especial, ya que en los meses de la montanera, las cabras se alimentan de bellotas, lo que hace que su leche sea más grasa. El resultado final es un bocado muy cremoso.

De igual nivel al anterior, pero en versión contemporánea, destaca las producciones de Quesos de Granadilla, “en especial su Granadilla, su Cabrial y, por supuesto, su Granazul, el primer y mejor queso azul de Extremadura”. Quesos de alta cocina que se consumen en Versátil, e incluso elaboran su tarta de queso con ellos. Esta empresa familiar, creada por los hermanos Sergio y Javier García Martín, ha ganado recientemente, en la última edición de la Feria del Queso de Trujillo, el primer premio a la innovación quesera con un queso de cabra afinado con cacao.
Siguiendo con las cabras, “es singular y único el Quesazo Montanera de Mamá Cabra”, un proyecto levantado en Bodonal de la Sierra con mucho amor por Carmen y Dani, y basado en la ecología, las energías renovables y el respeto. Igual de bueno el Madurado Reserva de Campo Marina, en Mérida.
Ultima incorporación a las DOP queseras
Hace un año, los quesos de Acehúche consiguieron la deseada DO, con cinco queserías en el pueblo. El favorito de Turófilo es El Acehucheño, muy parecido a los quesos portugueses por la cercanía de esta localidad a la frontera lusa. Tiene la corteza levemente rugosa, aunque sin grietas, y la textura de una crema espesa.

En cuanto a las dos denominaciones restantes, nuestro especialista destaca, entre las producciones de Torta del Casar, la Torta de Virgen del Prado, elaborado por la quesería Doña Francisca. Además de Tiana, de Quesería El Castúo, la torta que prefieren restaurantes de referencia como Atrio o El Figón de Eustaquio.
El queso de Ibores también está protegido y avalado por una DOP. Es un queso graso, elaborado exclusivamente con leche cruda de cabra serrana, verata, retinta y sus cruces. Turófilo prefiere Capribor, obra de Ignacio Plaza Mariscal en Aldeacentenera.
De la Sierra de Gata, el especialista recomienda La Rozay, elaborado con leche natural de los rebaños que pastan a su libre albedrío por los valles de Jálama.
Por último, recuerda los quesos frescos. Ha elegido los de la quesería la Patilla de Aliseda, donde las hermanas Peña tienen su propia cabaña de veratas pastando en plena Sierra de San Pedro.