Documentales El Bulli. Pura emoción

Emocionante. Esa noche en casa de Eduard Roigé cuando nuestras miradas se encontraron por primera vez. «¿Tú eres Ferran?» Después, o al mismo tiempo, yo que sé, Paco Carulla llevándome, en pleno invierno, a la cala del nunca jamás.

Marketta con el equipo de invierno de 1984: Ferran, Christian y Juli
Marketta con el equipo de invierno de 1984: Ferran, Christian y Juli

El tiempo y el espacio se olvidaban allí de Newton y fabricaban un nuevo tejido donde los sueños urdían realidad en una cosmogonía trepidante y fatal. Juli y Ferran. Ferran y Juli. Y esa conversación iniciática previa con Marketta. Y la sensación de novedad afilada, de emoción mal disimulada. Y aprender, aprender. Y los ojos brillantes y repletos de furor. Nunca, nunca he dejado de sentir excepcionalidad en las subidas a El Bulli. Ni entonces ni ahora. Siempre ha sido la primera vez. Siempre. Y siempre lo será.    

Y ahora salta al mundo aquella emoción, la emoción…

El chringuito
El chringuito

Y entonces todos aquellos que cruzamos una frontera improbable a finales de los 80 del siglo XX, aquellos que fatigamos nieblas e ilusiones inconcretas subiendo y bajando la mistérica cornisa del Cap de Creus destino la solitaria y promisoria Cala Montjoi, aquellos que bailamos en conversaciones de madrugada frente a un mar que fue el principio, aquellos que lloramos ante salmonetes modernistas o gazpachos sorpresivos, aquellos que entendimos las diferentes caras del rock ‘n’ roll, aquellos que flipamos en weekends eternos compartiendo la cocina de Christian, aquellos que jugamos apasionadamente con las texturas de las verduras, aquellos que alucinamos con el parking de duro bricolaje, aquellos que enmudecimos ante los «ferraris» de la nueva cocina, aquellos que inauguramos los flamantes baños tras la sonrisa enigmática de Juli, aquellos que, inflamados de futuro, nos creímos la utopía… Entonces todos aquellos somos los Xavi, los Toni, los Albert, los Lluís, los Eduard, los Marc, los Oriol, los Juli, los Ferran… antes que nosotros y después de nosotros.

Y entonces sigue siendo la emoción.

 

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