Roca, Ruscalleda, Jubany, Gaig, Albert Adrià, Escribà y Hofmann acompañan al chef en un espectáculo que llena el Auditori de Bacelona en favor del Casal dels Infants
Ferran Adrià llenó este domingo el Auditori de Barcelona con una receta de alta gastronomía, humor y solidaridad. Más de 1.600 personas presenciaron el espectáculo La Fàbrica, con un cartel de lujo que completaron Joan Roca, Carme Ruscalleda, Nandu Jubany, Carles Gaig, Mey Hofmann y Albert Adrià. La iniciativa recaudó 110.000 euros en favor del Casal dels Infants.La jornada la redondeó con su humor el equipo de Minoria Absoluta, capitaneado por Toni Soler, y que contó con su personaje del programa de TV3 Polònia, que calca al propio Adrià. Objetivo cumplido, con dos horas de cocina y diversión y una recaudación que ayudará a la inserción de jóvenes en riesgo de exclusión social.
La fiesta también sirvió para homenajear a Joan Roca tras encaramar su Celler de Can Roca a lo más alto de la lista 50 Best Restaurant. Por ello, el resto de cocineros le hicieron el pasillo de los campeones. El de Girona recibió una calurosa ovación de toda la sala.
«No es normal que estos cocineros nos llevemos tan bien, pero somos amigos personales desde hace más de 25 años», explicó Adrià al público, expresando su «orgullo» por ver a otro «restaurante catalán» en lo más alto. «Es el resto del mundo el que dice que en este país se hace la mejor gastronomía», subrayó un Adrià que quiso reafirmar su receta ante los actuales momentos: «Ir juntos, tener valores, arriesgar, ser innovador y creer en lo que haces».
Fue en ese momento cuando citó a Pau Albornà, editor de 7Caníbales hasta su fallecimiento hace un año. «Un catalán que tenía estas virtudes era Pau», afirmó Adrià, que le dedicó la gala mientras el público se puso en pie para aplaudir.
El espectáculo lo inició Joan Roca, preparando en el escenario un plato en homenaje a un gol de Leo Messi con ingredientes que producen sensaciones eufóricas: cítricos, menta, peta zetas…. Nandu Jubany apareció con una máquina de nitrógeno líquido y preparó una espuma de limón y chocolate. Carles Gaig cocinó una espuma de crema catalana. Carme Ruscalleda, un pan con tomate con jamón, pero sin jamón. Albert Adrià, varios platos de su Tickets, como un árbol con gusanos comestibles. Y Mey Hofmann un tiesto de chocolate con los sabores de los cinco continentes. Entre tanto, Christian Escribà fue pintando unos retratos dulces y comestibles del resto de chefs, inspirado en los dibujos realizados por niños del Casal con sídndrome de Down, que se subastaron tras la gala.
El espectáculo lo completaron musicalmente Xavi Lozano, con instrumentos basados en instrumentos de cocina, y el grupo Casal Beat, de jóvenes del Casal dels Infants que hacen percusión con pelotas de baloncesto.
«Un sueño hecho realidad». Así definió Lluís Prats, vicepresidente del Casal dels Infants lo que se vivió este domingo en el Auditori de Barcelona. Ferran Adrià lo tiene claro: «Nos vemos el año que viene».