Los hermanos Roca abren su nuevo proyecto: Normal

Redacción

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En marzo, anunciábamos la puesta en marcha de un nuevo proyecto de los hermanos Roca en Girona: el restaurante Normal. Esta semana un comunicado anuncia la apertura del local en la Plaça de l’Oli, 1.

Foto (c) Josep Oliva
Foto (c) Josep Oliva

Con el título «Si en El Celler ofrecemos orfebrería, en Normal proponemos artesanía» se encabeza el comunicado que los hermanos Roca han hecho llegar a los medios para anunciar la apertura de su nuevo local en Girona.

Desde el Celler se explica que la propuesta gastronómica de este nuevo proyecto es «una cocina directa, espontánea. Fundamentos sabrosos, comprensibles, previsibles. Una cocina que recuerda de dónde venimos y que quiere reforzar el gesto intuitivo de la cocina a fuego vivo, de la cazuela a fuego lento, de los aromas de una cocina que viene de lejos en el tiempo. Una cocina de tajada, de trozo, de jugo, rica y plena. Es normal que queramos compartir el patrimonio sabroso de nuestra cultura de mesa puesta». No obstante, la aparente sencillez de esta apuesta de futuro no está exenta de su dosis de complejidad «Es a la vez un reto mantener la llama de la normalidad, de la cadencia reposada, del valor del tiempo en la cocina, de gustos muy nuestros. Cocinar con gesto antiguo, sin renunciar a la minuciosidad que promueve la academia ni al conocimiento que hemos mamado. Dentro de la historia de la cocina tradicional de los últimos 35 años en nuestro territorio, queremos sentirnos coetáneos, con una cocina cordial, con cuerpo y contemporánea», señalan los Roca.

El objetivo de esta nueva puesta en marcha es «Compartir el legado de tres generaciones con un equipo maravilloso que nos representa. Con una cocina que es Tierra, Madre, hembra, matriarcal, testimonio generacional desde nuestra abuela Angeleta y nuestra madre Montserrat Fontané hasta las nuevas generaciones con nuestra jefa de cocina Elisabet Nolla. Emprendemos esta etapa en un momento trascendente para la sociedad. Después de los pliegues de crisis sanitaria, social, existencial, y de valores, para reconfortar el alma y reencontrar felicidad. La cocina es un catalizador de emociones, una fiesta sabrosa que crea vínculos perdurables».

Como no podía ser de otra manera, la propuesta gastronómica irá acompañada de una propuesta líquida. «La carta de vinos de Normal quiere abrazar la cultura payesa y el vino de pueblo. Siento normal ofrecer desde Girona una imponente presencia de vinos del Empordà. Nunca tan buenos como ahora. Todos los pueblos y todas las bode-gas de esta área estarán representados. A la vez me mueve mi vocación viajera a través de un vaso de vino y hasta el fondo de los libros. En la carta de vinos de Normal, hay un extracto del Terç de Lo Crestià de Francesc Eiximenis, del s.XIV, un documento medieval que ya reivindicaba el monestrell de l’Empordà y los vinos de Beaune (Borgoña). Si el Empordà es protagonista, aquí también lo será el pueblo de Beaune, capital social, vínica y lúdica de la Borgoña. El pueblo de Beaune es un ejemplo de la complejidad de los vinos dentro de un mismo municipio. Beaune permite mostrar las dos realidades de aquella alabada tierra, los grandes négociants y los pequeños productores. Pondremos la lupa sobre pueblos escogidos a golpe de corazón: Porrera (Prio-rat), Sanlúcar de Barrameda, San Vicente de la Sonsierra ( La Rioja Alavesa), Gumiel del Mercado ( Ribera de Duero), Mâcon ( Borgonya), Anjou (Loire), Forst (Pfalz), Rotalier (Jura), Sant Sadurní d’Anoia (Penedès) y Troyes (Cham-pagne)», explicaba Josep Roca.

En cuanto a la estética del local, como ya avanzamos hace unos meses, es obra de Andreu Carulla cuyo eje creativo ha sido «la sostenibilidad». «El proyecto de Carulla nace de una voluntad de atemporalidad, no sometida a ninguna tendencia para nunca pasar de moda. No pretende destacar ni estar por encima de la normalidad, más bien al contrario, la normalidad se convierte aquí en la nueva mirada. El diseñador ha interpretado esta normalidad en ‘una silla cómoda y adecuada a su uso, una luz confortable e íntima, unos platos hechos a mano con terracota de km 0…», apuntan desde el restaurante.

Para el interiorismo Andreu Carulla ha contado con diversos artesanos locales que han participado «tanto en el diseño de sillas, como en el de los tableros, o las baldosas». En este último caso, afirman que el estudio de Andreu Carulla creó, exclusivamente para este proyecto «un molde que permite hacer baldosas con estantería integrada y que además permite iluminar». En el baño se han eliminado los grifos y el agua «mana de la pared». Según se indica en el comunicado la señalización integrada en el suelo de cal y el vidrio reciclado del proyecto Roca Recicla, utilizado en las superficies de las barras, son otros ejemplos del diseño al servicio de la sostenibilidad y del residuo cero, cuya implementación ha sido posible gracias a la colaboración e implicación de diferentes artesanos locales.

Foto (c) Josep Oliva
Foto (c) Josep Oliva