Se endurecen las restricciones en Europa por Navidad

Carla Vidal

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A pesar de que gran parte de Europa había tomado medidas previas para intentar conseguir unas Navidades lo más normales posible, el aumento de contagios a pocos días de estas celebraciones ha obligado a endurecer las restricciones. Este año, Europa se queda sin campaña de Navidad.

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Alemania fue el primer país en dar el toque de alarma. Los contagios van a más a pocos días de Navidad y las medidas tomadas en noviembre no han sido suficientes. Se imponen más restricciones. Es así como después de seis semanas con limitaciones en la vida pública y la actividad económica del país, hoy entra en vigor un confinamiento –el más duro aplicado al país– hasta el 10 de enero. Cierre casi total de la vida pública en Alemania por Navidad. Por lo tanto, bares y restaurantes continuarán con la persiana bajada, salvo para vender comida para llevar. A ello se le sumará un cierre comercial, así como un adelanto de las vacaciones escolares y la imposición del teletrabajo.

Un escenario similar sufre el Reino Unido con un endurecimiento de las medidas destinadas a controlar la pandemia a partir, también, de hoy mismo. Londres y su área de influencia, así como ciertas zonas de los condados de Essex (este de Inglaterra) y Hertfordshire (al norte de la capital), entrará en el nivel tres de alerta, que implica el cierre de bares y restaurantes. Se trunca así la campaña de Navidad también para los restauradores británicos que confiaban en ella para recuperar parte de las pérdidas acumuladas este 2020, pues pasarán de poder abrir hasta las 23:00 a solo poder gestionar servicios de take away o delivery.

Londres vive, además, estas restricciones con la incertidumbre de una nueva variante del virus que se ha detectado en la capital británica y que parece ser la causa de esta propagación más rápida. Es por ello que las autoridades recomiendan también reducir las aglomeraciones en las compras navideñas y recuerdan que no se permite ningún tipo de reunión social bajo techo.

En Francia, bajo un confinamiento parcial desde finales de octubre, las medidas tenían que empezar a relajarse esta misma semana, pero no será así. Los primeros en abrir iban a ser museos, teatros y cines, pero seguirán cerrados hasta, al menos, el 7 de enero. Bares y restaurantes está previsto que abran a partir del 20 de enero, pero no hay ninguna certeza de que este plazo se cumpla a pesar de las reivindicaciones del sector de la hostelería francés que el pasado lunes se manifestó en París bajo el lema “Dejadnos trabajar”. El presidente francés recuerda al sector la necesidad de reducir al máximo las interacciones sociales y su ministro de Economía recuerda a los empresarios que “todos estos restaurantes pueden tener una compensación del 20% de su facturación respecte a 2019” con el objetivo de cubrir sus costos fijos.

Los Países Bajos siguen la estela de Francia y Alemania y esta semana ha declarado el cierre de centros educativos y toda actividad no esencial hasta el 19 de enero (el confinamiento más duro aplicado hasta el momento en este país). Eso significa un mes más de cierre para bares y restaurantes que ya llevan dos meses sin poder trabajar. El primer ministro holandés, Mark Rutte, calificó estas medidas de “drásticas” pero “vitales” para poder contener la propagación del virus por lo que pide paciencia y consciencia a sus conciudadanos. En la vecina Bélgica, los contagios también vuelven a crecer y se mantienen las limitaciones vigentes con toque de queda nocturno, teletrabajo obligatorio y cierre del ocio, la cultura y la hostelería.

Lituania y Polonia prorrogan también las restricciones vigentes hasta el 16 y el 17 de enero respectivamente, en un último intento de evitar la tercera ola de la Covid-19. Unas restricciones que, como hemos visto en otros países, incluyen el cierre de la hostelería. Lo mismo ocurre en Grecia, país que estará bajo un confinamiento light hasta el 7 de enero.

Caso aparte era hasta hace unas semanas Italia, donde se había sorteado bastante bien la segunda ola de la pandemia, pero las alarmantes cifras de muertos los últimos días han provocado que el Gobierno italiano esté evaluando nuevas restricciones de cara a las vacaciones de Navidad, desde el día 24 de diciembre y hasta el 2 de enero. Las medidas que están sobre la mesa pasarían por adelantar el toque de queda (a las 22:00), prohibir la movilidad no esencial y cerrar tiendas, bares y restaurantes.

El repunte de casos que está viviendo Portugal también ha llevado a su Ejecutivo a plantear una esta semana una revisión de las medidas aplicables a las fechas navideñas.

España, a pesar de tener unas cifras de avance de la pandemia más contenidas que el resto de Europa no está exenta de peligro y es por ello que se vive con cierta incertidumbre qué puede pasar de cara a las Navidades. Diversas comunidades autónomas ya han avisado que si las cifras continúan empeorado el plan de las vacaciones de Navidad puede cambiar.

Sea como sea, la tónica que impera en los países europeos no es halagüeña y estando así las cosas a estas fechas se puede afirmar que prácticamente en toda Europa la campaña de Navidad se da ya definitivamente por perdida.