Tapeando por Jerez nos encontramos, en la plaza de la Yerba, el bar La Cruz Blanca. No hay pérdida: en el centro, a un tiro de piedra de la plaza del Ayuntamiento.
En una fantástica terraza, aunque con espera de 12 números para que nos tocase la mesa, acabamos disfrutando de unas espléndidas tapas… lógicamente regadas con manzanilla de Sanlúcar.
Tapas de corte tradicional, con algunos platillos de un cierto atrevimiento. Lo más: la pijota frita, sublime, realmente para repetir; la tortita de camarones, casera de “casa buena”; una ensaladilla rusa de gran calidad; y las croquetas de cocido, buenas pero un pelo sosas. No molan: los chocos con alcachofa.
Con un precio entre 15 – 18 € por persona, recomendamos que quien visite Jerez, si dispone de tiempo para tapear, conozca el bar La Cruz Blanca.