El Gobierno prohibirá el año que viene fumar en todos los locales de ocio y hostelería independientemente de su superficie, según confirmó Trinidad Jiménez. La ministra de Sanidad destacó el «consenso político bastante amplio» y que «estamos preparados culturalmente».
Jiménez reveló que las «conversaciones están muy avanzadas» y que la posición del Gobierno es «mayoritaria en el seno del conjunto de grupos políticos». «Estamos en la fase final de la negociación y, en la medida en que consigamos consenso político, conseguiremos consenso social», aseguró, al tiempo que justificó una decisión «muy fundada», puesto que está basada en la «protección de la salud».
La ampliación de la Ley Antitabaco afectará a todos los espacios cerrados de uso público, incluidos los salones de bodas y banquetes, sin distinción de tamaño y sin contemplar espacios reservados para fumadores. Jiménez reconoció que los únicos establecimientos en los que se podrá fumar serán las terrazas al aire libre y las plazas de toros.
La actual norma contempla que los locales con menos de 100 metros cuadrados puedan decidir si permiten fumar o no, mientras que los que cuentan con un tamaño mayor deben habilitar zonas para fumadores con ventilación independiente, separadas físicamente mediante mamparas o cristaleras, y cuya superficie no exceda el 30 por ciento del total.
Precisamente ésa es una de las mayores críticas del sector, pues, de acuerdo con la Federación Española de Hostelería, de los 70.000 locales de más de 100 metros que hay en España, entre 40.000 y 50.000 hicieron reformas para que sus clientes pudieran fumar, con un coste medio de 20.000 euros.
Su portavoz, José Luis Guerra, lamentó que Sanidad «no indemnizará a los hosteleros», y cifró en 33.000 millones de euros -un 10 por ciento- las pérdidas que provocará la medida en el sector sólo el año que viene.