Heston Blumenthal decide cerrar The Fat Duck por unos días – Redacción

Redacción

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El considerado como el segundo mejor cocinero del mundo por la revista Restaurant Magazine, el británico Heston Blumenthal, decidió cerrar su restaurante el pasado martes después de recibir, durante dos semanas, la llamada de unos 40 clientes quejándose de padecer dolores gastrointestinales.

El chef de The Fat Duck, cualificado con tres estrellas por la guía Michelin, es uno de los pioneros en el control de todos los procesos que se hacen en su cocina para evitar el ataque de las bacterias. Se trata de uno de los pocos establecimientos del mundo que cuenta, des de hace cinco años, con la colaboración directa de una empresa especializada en trabajar para que la higiene alimentaria se apodere de cada rincón de su restaurante. Todas las pruebas realizadas hasta ahora han sido negativas y las hipótesis apuntan que la causa de la intoxicación puede ser el agua del marisco, pocos cocineros pueden presumir de no haberla padecido jamás, o un virus introducido por algún cliente o empleado. «Hemos sido transparentes, hemos informado de todo. El público está siendo muy comprensivo, y también nos respaldan los servicios de salud del Gobierno británico. Han determinado que somos seguros al 100%», asegura Blumenthal. 

Heston Blumenthal

Nada se puede reprochar a este cocinero comprometido con el control de calidad y la seguridad de sus clientes. Lo primero que hizo al darse cuenta de lo que estaba pasando fue cerrar The Fat Duch. Hecho que le hizo perder más de 100.000 euros. Pero no le importaba que ello afectara a su bolsillo o reputación, ya que sostiene que su principal preocupación siempre han sido «los clientes». El chef londinense afirma que «si he cerrado ha sido por decisión mía, no porque el Gobierno me haya forzado o por demandas de los clientes. Pero mientras todo se aclare no quiero arriesgarme a que nadie se sienta mal, ni siquiera por un dolor de cabeza», y se muestra molesto con las valoraciones de algunos periódicos que le acusan de haber «envenenado» a sus comensales: «hay quienes aprovechan la mínima cuestión para desacreditar a los partidarios de la cocina científica». Lo que está más claro que el agua, y nunca mejor dicho, es que este tipo de cocina se preocupa mucho para asegurar la higiene de sus productos y de la cadena de suministros. 

Es muy probable que el próximo 4 de marzo The Fat Duck reabra sus puertas y que todo esto acabe siendo una pesadilla. Desde 7caníbales queremos aplaudir el gran trabajo que desempeña Heston Blumenthal en su restaurante y ofrecerle todo nuestro apoyo.