La guerra del aceite enfrenta a la OCU y las empresas productoras

Redacción

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Nueve marcas niegan el estudio de la Organización de Consumidores que las acusa de vender como virgen extra un producto que no lo es

Lo podemos calificar ya como la guerra del aceite. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acusa de «engaño» a varias empresas que comercializan aceite como «virgen extra» sin que, según la OCU, lo sea. La respuesta de estas empresas no se ha hecho esperar. Acusan a la OCU de haber hecho el estudio sin respetar los procedimientos técnicos legales, defienden los análisis de sus productos que hacen laboratorios independientes y, en algún caso, amenazan con llevar el caso a los tribunales.

Este es el resumen de un enfrentamiento que se inició la semana pasada con la publicación del estudio. En él, la OCU tras analizar 40 marcas de aceite (34 de aceite de oliva virgen extra y 6 de aceite de oliva virgen) determina que nueve de ellas defraudan al consumidor. Se trata de Eroski, Hojiblanca, Coosur, Ybarra, Consum, Arteoliva, Condis, Olisone, Aliada, Maeva, y Olián. En el caso de las dos últimas, ni siquiera son aptas para el consumo al tratarse de aceite de oliva «lampante», es decir, que le falta el proceso de refinado «indispensable para poder consumirlo». Y además, utilizan aceitunas envejecidas o mal conservadas».

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Aceite de oliva.

En el estudio, la OCU explica que, para verificar su calidad, los aceites fueron sometidos a varios análisis químicos y a uno organoléptico, siguiendo los métodos analíticos oficiales que estipula la normativa.

Según la Organización de Consumidores, lo detectado no es un problema de seguridad alimentaria, sino «un engaño al bolsillo», ya que se vende a precio de «virgen extra» un producto que no lo es. La OCU recuerda que el precio medio del litro de aceite de oliva virgen ronda los 2,38 euros, mientras que el virgen extra es casi de un euro más y que cada español consume al año algo más de trece litros, de los que casi diez son se oliva.

Las reacciones de las empresas

La asociación que engloba al sector (ANIERAC) ha emitido un comunicado en el que afirma que «el estudio presenta de forma alarmista unas conclusiones faltas de rigor obtenidas de unas muestras mínimas y sin respetar todas las normativas legales».

Empresas como Eroski o Condis también han emitido sendos comunciados en los que afirman que sus aceites virgen extra cumplen «todos los controles de calidad» y lamentan «la confusión generada» por el estudio. «Eroski ha puesto a disposición de la OCU el historial de análisis, interno y externo, del que dispone, que corrobora que ambas marcas cumplen los parámetros definidos para ser catalogadas como aceite de oliva virgen extra y aceite de oliva virgen», afirma. Además, subraya que estos análisis son «condiciones imprescindibles» para que Eroski autorice su envasado, al tiempo que apunta que tanto Hojiblanca como Faiges, proveedores de estos productos, «disponen de las analíticas de la cisterna de envasado que demuestran que todos los parámetros son correctos». Condis muestra su disconformidad y también se remite a los análisis que tiene de laboratorios independientes.

La cooperativa Consum defiende sus productos y los análisis a los que son sometidos y se remite al comunicado de ANIERAC, subrayando que el estudio de la OCU no sigue los requisitos fijados por la ley. Desde el grupo Ybarra también se considera que el estudio «no ha seguido el exigente protocolo que marca la ley».

Más duras han sido las reacciones de Maeva y de Arteoliva, que dicen haber comenzado los trámites para poner una demanda judicial contra la OCU. En un comunicado, Maeva muestra su «total disconformidad» con los resultados del estudio, que en su opinión ha sido realizado por «personas desconocedoras de la materia que llegan a conclusiones sectarias, partidistas, parciales y por supuesto erróneas». Así, asegura el comunicado que «el criterio de ordenación de los aceites es incoherente, mezclando parámetros no homogéneos como oxidación, etiquetado, calidad del fruto y prueba de cata». Arteoliva denuncia que «se han vulnerado la mayor parte de las garantías que establece la ley» para este tipo de análisis.

Sobre las acciones que pretenden emprender las empresas afectadas, la OCU dice que ya lo esperaba porque al enviar a las empresas unas hojas de control previas a la divulgación de los resultados «hubo envasadoras que amenazaron» con acudir a los tribunales si se seguía adelante con la publicación».

¿Cuál es la diferencia entre virgen y virgen extra?

Un aceite de oliva virgen extra tiene un sabor y olor irreprochables o dicho de otra forma, cero defectos. Si al aceite se le detecta, aunque apenas sea perceptible, algún aroma o sabor que pertenezca a la categoría de defectos (avinado, atrojado, rancio, humedad…) se debe comercializar bajo la etiqueta de virgen. Es muy difícil que un consumidor no entrenado en análisis sensorial sea capaz de distinguir lo que se llama defectos apenas perceptibles.