Los recuerdos también alimentan. Nutren la memoria, el imaginario, la identidad. Nos construyen. El sabor, los aromas y su capacidad evocadora; el camino andado, la mesa como lugar de encuentro y de hallazgo. Todo eso encontramos en tres libros que han visto la luz este invierno. Apunten.
‘Menú del Día’
(Rodolfo Reich, Vinilo Editora, Argentina)
“Memorias sueltas, desconchadas, sepias. Una de ellas: a mi padre le gustaba comer y le gustaba beber. Tomar un whisky Chivas Regal de noche, hacer asado los domingos, ir a restaurantes; esos eran sus pasatiempos favoritos. Hasta que se separó de mi madre, cuando yo tenía nueve, íbamos los cuatro, con mi hermana y ellos, a distintos restaurantes. Una vez a la semana, como ritual familiar. Nos subíamos al auto, un deportivo Toyota Celica de color beige, y elegíamos el lugar. Íbamos expectantes; sé que yo lo estaba, un niño feliz por comer fuera de casa, con la ansiedad y el hambre de elegir mi plato favorito de un menú largo. No lo olvido: ahí, en esas salidas, en esos restaurantes, es donde empecé a amar la comida”.
Tras más de una decena de libros, Rodolfo Reich, periodista, escritor, columnista radiofónico y lúcido cronista de la actualidad gastronómica argentina en 7 Caníbales Latam, ha hurgado en su memoria para escribir ‘Menú del día’, un libro que junta, en una suerte de álbum de palabras, momentos que han marcado su relación sentimental con la comida. Un collage de reflexiones y evocaciones donde no brillan platos de alta cocina ni mandan las recetas, sino que hilan la narración pequeñas debilidades: el pan y la manteca de los restaurantes visitados en la niñez; los ravioles, la tortilla de papas redescubierta en Madrid, los alcauciles, el café, el flan. Recuerdos que visten las ilustraciones libres y bellas de Agustina Ramos.
“La cocina atraviesa clases sociales, atraviesa géneros, atraviesa países, atraviesa todo. La comida tiene algo que nos apasiona, que nos vuelve locos”, dice Reich. Sus ‘algos’ los recoge este volumen publicado por Vinilo Editora, se puede adquirir también fuera de Argentina en sitios como Buscalibre.
‘El fiesta de los Solís’
(VV. AA., Planeta de Libros Perú)
“Solo los Solís pueden hacer el maridaje perfecto entre lo tradicional y lo innovador para entregarnos una de las experiencias gastronómicas más excepcionales. El Fiesta está de fiesta y todo el mundo está invitado a la mesa”, reza la introducción de este libro, donde uno de los grandes del periodismo gastronómico, Ignacio Medina, ha colaborado con Héctor Solís, Carla Cáceres y el fotógrafo Pocho Cáceres para celebrar las cuatro primeras décadas de vida del restaurante Fiesta, cuya historia iniciaron Bertha Cruz y Alberto Solís.
El restaurante Fiesta, hoy con locales en Lima y Chiclayo, cumple los cuarenta consolidado como una de las referencias más notables de la gastronomía peruana y el gran estandarte de la cocina norteña. Es Héctor Solís, actual responsable del negocio, quien toma la palabra en el libro para rememorar su historia y explicar su visión culinaria, destacando el peso de la despensa chiclayana y el papel primordial que cumple el productor en la gastronomía del presente y del futuro, y por supuesto, en la despensa del Fiesta.
El libro se puede encontrar fuera de Perú a través de Buscalibre Perú.
‘Sancocho de mico’
(Felipe Castilla Corzo, Hammbre de Cultura, Colombia)
La colección Andanía de la editorial Hammbre de Cultura, dirigida por Daniel Guerrero, editor, escritor y autor de 7 Caníbales Latam, es una de las más disruptivas e interesantes de la literatura gastronómica en español. Tras editar Calor residual, del añorado Karim Ganem Maloof, y El Andariego de Carlos Ospina, el tercer título rescata un libro galardonado con el Gourmand Cookbook Award en su primera edición en 2018. ‘Sancocho de mico, relatos de la alimentación de ex secuestrados políticos de las FARC-EP’, es obra de Felipe Castilla Corzo (Bogotá, 1991). Insaciable curioso, estudió gastronomía para intentar comprender qué se comía en la Segunda Guerra Mundial, y siguió indagando acerca de cómo se configuran las identidades humanas a través de los alimentos y sus significados.
Para ‘Sancocho de mico’, Castilla, entrevistó a varios ex secuestrados que recuerdan lo que comieron durante los años que estuvieron en cautividad. “Los secuestrados consumían dichos animales con cierto aprecio y emitían juicios sobre sus sabores y texturas como una forma de establecer su complacencia alimentaria y sentirse satisfechos con lo que comían. Igualmente, definían puentes de comparación con alimentos más comunes para ellos antes de su secuestro. Así, contrastan la babilla con la langosta, o el mico con la carne de res”, escribe el autor.
“Quienes fueron privados de libertad en algún momento, retoman aquí su voz y su espacio. Esa es en gran medida la razón de ser [del libro]: redignificar sus vivencias […] al contar sus historias, sentar un precedente que pueda ser garante de no repetición, generar un ejercicio de memoria, fortaleza y constancia, y aprender que la vida, lejos de querer hacerse con malos recuerdos, consiste en quedarse con lo mejor de cada cosa para seguir adelante.”
‘Sancocho de mico’ se puede conseguir dentro y fuera de Colombia a través de la web de Hammbre de Cultura.