Estos premios nacieron para apoyar y dar visibilidad a ganaderos, agricultores y productores de alimentos cuyos modelos de negocio tienen como eje la sostenibilidad medioambiental, social y económica, pero en esta ocasión se ha fallado un galardón extraordinario, dotado con 5.000 euros, que ha escogido entre los mejores de estos cinco años de reconocimiento y ha recaído en Verdcamp Fruits.
Desde 2020, BBVA ha reconocido a 46 productores de toda España, de entre un total de 700 candidaturas presentadas. Como premio en cada edición, los ganadores forman parte de un plan de difusión para dar a conocer sus historias en todo el territorio nacional y sus productos se incluyen en una receta elaborada por los hermanos Roca. Este año, se dieron a conocer en junio los diez ganadores de la V edición y se decidió conceder un premio extraordinario valorado en 5.000 euros al mejor de todas las ediciones, con motivo del quinto aniversario.
Una col de premio
El premio ha recaído en uno de los ganadores de la I edición de los premios (2020), Verdcamp Fruits, una empresa familiar ubicada en Cambrils (Tarragona), liderada por su quinta generación desde 2008. En sus 300 hectáreas de cultivos produce hortalizas y frutas de la manera más respetuosa y natural posible. Entre ellas, la col, con la que presentó su candidatura y sirvió de ingrediente para la receta de col entera al horno con salsa de mantequilla blanca y trufa elaborada por los hermanos Roca.
“Recibir el premio en 2020 fue una oportunidad de dar visibilidad a nuestra manera de cultivar y a nuestra manera de innovar. Nos dio un impulso para continuar nuestro trabajo y además nos puso en el mapa”, afirma Ernest Mas, socio directivo y responsable de I+D+i en Verdcamp Fruits.

Esa manera de innovar que apunta Mas ha hecho evolucionar su modelo productivo mediante iniciativas innovadoras como usar plantas florales para mejorar cultivos y combatir plagas; aplicar acolchados de cultivos a partir de cubiertas vegetales para reducir el laboreo y la erosión del suelo; poner a los polinizadores (abejas melíferas y silvestres) en el epicentro de la producción; y potenciar a murciélagos, aves y a la biodiversidad en general en beneficio agrícola y medioambiental.
Actualmente el 60% de la energía de su central proviene de placas fotovoltaicas de autoconsumo y el restante de fuentes renovables. Además, tras el cálculo de la huella de carbono y la huella hídrica, de los que fueron pioneros, han implementado un sistema de agricultura de precisión. En su gestión de residuos, reducen su generación y adoptan una visión circular.
En el ámbito social apoyan comunidades locales, promueven visitas educativas, jornadas de transferencia tecnológica y colaboran con organizaciones como UNICEF, Cruz Roja y bancos de alimentos cercanos, entre otros. Para Mas, “en un sector donde se premia la productividad, hay que dar ejemplo de que la sostenibilidad aparte de ser positiva medioambientalmente también puede ser positiva económicamente y socialmente”.
Servir de inspiración para otros
Los galardonados de cada edición destacan por aplicar la sostenibilidad medioambiental en sus modelos de producción, así como por impulsar el entorno rural, el relevo generacional y el impacto social. Para BBVA “estos productores tienen además un valor añadido ya que sus historias pueden servir de inspiración para otros emprendedores”, afirma José Luis Serrano, director de Pymes de BBVA en España.
En ese sentido, Mas se enorgullece de “poder ser faro y referente para que otros se puedan animar a hacer el cambio como lo hicimos nosotros unos años atrás”.
Para Joan Roca, “poner en valor la producción local, vinculada a la innovación, al respeto del territorio y a la generación de impacto positivo, es uno de los pilares fundamentales de estos premios”.
El jurado de este premio extraordinario, como de los premios otorgados en cada edición, está formado por miembros de BBVA, El Celler de Can Roca y la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES). Entre los criterios para la evaluación, se valora la incorporación de medidas para disminuir la huella de carbono y para mejorar la eficiencia energética durante los procesos de producción; la gestión de los residuos, además de las medidas adoptadas en cuanto a inclusión social, el relevo generacional en la empresa y la importancia de la actividad como motor de desarrollo del entorno en el que producen.