“Defender y promover la máxima expresión del terroir en vinos únicos y de muy alta calidad, capaces de reflejar fielmente el lugar de donde proceden”, es la máxima de Grandes Pagos de España, asociación que este año cumple 20 años de vida. Una asociación que cuenta con 35 bodegas afiliadas, repartidas por casi toda España, que representan más de 2.000 hectáreas de viñedo y facturan anualmente más de cinco millones de botellas.
Entre sus miembros, nombres de reconocido prestigio internacional como San Román, Belondrade, Valdespino, Alvear, Arínzano, Mauro Chivite o Numanthia.
Desde hace un año, preside esta asociación la madrileña María del Yerro, fundadora y propietaria, junto a su marido, Javier Alonso, de la Bodega Alonso del Yerro en la Ribera del Duero.

¿Cómo surge Grandes Pagos de España?
Al principio, decían que empezó como un grupo de amiguetes, cosa que me pone un poco nerviosa y siempre me ha molestado. Todo arranca cuando Carlos Falcó pensó en las bodegas que estaban haciendo las cosas bien pero que tenían muy difícil demostrar que eran vinos de terruño, por estar situadas donde estaban, en Castilla. Por eso se creó Grandes Pagos de Castilla en el año 2000, con 5 bodegas: Marqués de Griñón, Dehesa del Carrizal, Finca Élez, Vallegarcía y Aalto.
¿Cómo se convierte Grandes Pagos de Castilla en Grandes Pagos de España?
En 2004, como había otras bodegas del resto de España que empezaron a interesarse por el proyecto y querían entrar a formar parte de él y no estaban en Castilla, se decide cambiar a Grandes Pagos de España. Por eso este año se celebra el 20 aniversario.
¿Cuáles eran sus objetivos?
La asociación se creó sin ánimo de lucro, con el propósito de difundir los vinos de terruño de España y de demostrar que se hacían grandísimos vinos en España. En esa primera etapa fue Carlos Falcó el presidente e hizo una grandísima comunicación. Allá donde iba a hablar de sus vinos, acababa hablando de Grandes Pagos de España. Pero se creó algo de confusión porque en ese momento apareció la ley de pagos, que no tiene nada que ver con nosotros, nosotros hablamos de terruño. Llevamos años insistiendo en que no tiene nada que ver la ley de pagos de España con el nombre grandes pagos de España. Yo incluso propuse alguna vez cambiar el nombre, pero no prosperó. Yo le habría puesto Grandes Terruños de España, que es lo que somos, y con eso se hubieran acabado los problemas.
¿Quién puede formar parte de Grandes Pagos de España?
Cualquier bodega de cualquier denominación de origen, siempre que cumpla nuestros requisitos. Actualmente están representadas casi todas las regiones de España. Nos falta mejorar en el norte, tener más bodegas allí porque, por ejemplo, en Galicia tenemos sólo una. Sería fantástico que las distintas denominaciones de Galicia estuvieran representadas.
¿Y cuáles son esos requisitos?
Lo primero, los informes de calidad del terruño, de calidad de la bodega, de calidad de los vinos y de trabajar con uvas propias o, al menos, controladas. Ésa es nuestra máxima. Que la bodega que quiere entrar tenga un reconocimiento nacional e internacional de al menos 5 años, cosa que está en los estatutos desde el minuto cero. Pedimos las dos cosas porque vamos mucho fuera con los vinos como asociación. Si queremos explicar lo que son los vinos de toda España fuera esas bodegas que pertenecen a la Asociación tienen que tener cierto reconocimiento.
¿Han ido variando esos requisitos con el paso de los años?
Con los años se ha ido haciendo cada día más complejo entrar. Cuando yo entré, en 2010, me exigían estar cinco años, nosotros salimos al mercado en 2005; en 2010 ya teníamos los 5 años de reconocimiento, con muy buenas puntuaciones nacionales e internacionales. Solicitamos entrar y nos aprobaron. Vinieron a ver el viñedo, la bodega y las instalaciones, a comprobar que de verdad nuestros vinos se producían con nuestras uvas y que no comprábamos. Y se hizo una cata por parte del Comité de Cata interno: Víctor de la Serna, Mariano García y Carlos Falcó, tres catadores maravillosos pero que, como miembros, estaban interesados en que otras bodegas entraran en la asociación.
Cuando llegó a la presidencia Toni Sarrión, en 2016, lo primero que hizo fue decir que no podía ser que los vinos los catásemos nosotros mismos. Así que contratamos a Juancho Asenjo y le pedimos que creara lo que llamamos el Comité de Expertos Catadores. Incluye a cinco o seis sumilleres, como Luis García de la Navarra, y lo dirige él. Ese comité cata, cuatro veces al año, repasa los vinos que aspiran a entrar en la asociación y los de los asociados todos los años. Yo todos los años mando las nuevas añadas para que las caten. Y lo más importante de todo es que es cata a ciegas pura.
¿Se acepta como miembro a una bodega en su conjunto o a unos determinados vinos de la misma?
Es un tema complicado y estamos intentado cambiarlo, es una cosa que también venía de antes. En su día se permitió la entrada de alguna bodega sólo con algunos vinos, porque no todos los que hacían eran de terruño. Lo que queremos es que cuando una bodega entre en Grandes Pagos lo haga con todos sus vinos.
Con lo del comité de catadores hemos ganado muchísimo prestigio. Cada bodega tiene que tener al menos un vino excelente y otro de notable. Si hay un vino que no da la nota suficiente, que nos ha pasado, lo primero es recatarlo, por si acaso. Si sigue suspendiendo, no puede presentarse en los eventos que hagamos bajo el paraguas de Grandes Pagos. Al año siguiente, se vuelve a catar y, si tampoco no aprueba, se podría suspender a la bodega. No echarla, sino darla de baja hasta que solucione los problemas.
¿Y ha pasado en alguna ocasión?
Hemos tenido un caso, que no ha sido con un vino sino con la bodega en conjunto. Pinchó dos años seguidos y se la invitó a que no estuviera (Rechaza decir cuál era)
¿Para qué sirve ser miembro de Grandes Pagos de España?
Te pongo nuestro ejemplo. Nosotros hacemos 70.000 botellas. Yo quería estar al lado de algunos que me permitieran ir como asociación a una feria internacional para darme a conocer, ir a Nueva York y que me hagan caso y no como cuando he ido con mi importador como Alonso del Yerro, que han tenido que estar mendigando a la gente que viniera a probarlo porque decían «Pero, ¿esto qué es?». Lógicamente. Si van 35 bodegas de España, llama la atención, y ésa es la idea. Y si van 70, todavía llama la atención más. Desde que me metieron en el Comité Ejecutivo, llevo diciendo que, si somos 70, mejor que 35. O sea, creo que ahí la unión hace la fuerza, sobre todo en un país tan rico en viñedos como es España. Hay muchísimas bodegas que sería maravilloso tenerlas con nosotros. Yo sé que hay algunas que nunca van a entrar porque no es su filosofía estar en una asociación y quieren ir solos.
Resuma en cuatro palabras Grandes Pagos de España.
Difusión y promoción de los vinos de España y de los grandísimos terruños de España, formación alrededor de esos vinos e interacción entre las bodegas que forman parte de la asociación.