Arroz con piures. Lorna Muñoz en Travesía.

Esa noche el viento sur trajo lejanías un tablón de viejo ciprés procedente de alguna embarcación perdida, y pegada a ella una gran penca de piures regalo del mar a mis nostalgias. Rápidamente los abro con la ayuda del cuchillo de empuñadura de hueso de ballena, herencia familiar de otros tiempos, cuando su caza era legal en las costas de la Patagonia.

 

¡Deja eso ahí!, reprende mi abuela Filomena, ¡el Buque de Arte manda carnadas para los incautos! Por estos lados abundan en las voces de los mayores los vetos en torno a los encantos que alberga el mar: dicen que muchos se han perdido atraídos por las mercancías que los vientos del verano arrojan desde las costas cordilleranas. Me mantengo calma ante la advertencia con la única obsesión de volver a probar aquel arroz con piures que fue un plato común en las mesas de estas costas.

 

Uno a uno abro los ciegos ojos gomosos, vaciando cada piure, molusco propio de este mar, quien responde al estímulo descargando un chorro de agua desde sus sifones. Un fuerte aroma a yodo se apodera con ello del ambiente, evocando otros tiempos de la vida cerca de la playa y del fuego.

 

Llego hasta la cocina y un halo de humo dificulta la vista. En el fondo doña Filo prepara el fuego que ya empieza a arder impulsado por la fuerza de la luma seca. Se persigna apenas me ve aparecer cargando la mercancía, ya limpia, y en el acto comienzo a juntar los ingredientes que darán vida al arroz con piures de mis añoranzas.

 

Ingredientes para el arroz con piures

*Piures.

*Media cebolla.

*1 diente de ajo chilote.

*3 cucharadas y media de manteca.

*1 taza de arroz de grano largo.

*4 tazas de caldo sustancioso de cabezas de pescado.

*1 puñado de luche u otra alga limpia de arenas.

*Media taza de arvejas o habas frescas desgranadas.

*1 ramita de tomillo fresco.

*Sal.

Arroz con piures. Lorna Muñoz en Travesía.
Arroz con piures. Lorna Muñoz en Travesía. Chiloé.

Elaboración del arroz con piures

Una vez cosechados los piures los lavo y seco sobre un paño limpio. Corto la cebolla en cuadritos. Tú puedes hacerlo bajo el chorro de agua y así evitar su efecto lacrimoso. Si tuvieras abundantes razones para llorar te sugiero agregar una cebolla entera y entregarte a ella.

 

Luego la llevo a una olla y la sofrío en un poco de aceite o manteca, y la cocino hasta que se vuelva transparente y el ambiente se inunde de un aroma dulce. Atizo el fuego para darle el candor necesario, añado el arroz a la olla y sello el grano un par de minutos.

 

Más tarde incorporo el ajo picado chiquitito y el tomillo. Continúo revolviendo y apago con el caldo de pescado junto al alga. Hiervo lo que tarda el rezo del credo para un alma devota y el grano alcanza la suavidad deseada.

 

Cinco minutos antes de terminar la cocción agrego las habas o arvejas junto a los piures picados. Entonces doy un hervor suave. Rectifico la sal, ya que el piure tiene un profundo sabor yodado.

 

Retiro del fuego y lo sirvo calientitoungido con un breve toque de materia grasa a elección persignándome por las dudas y agradezco al santo mar por un regalo tan delicado.

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