Memoria histórica gastronómica I: Casa Bigote

Redacción

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Aún en tierras andaluzas, nos dirigimos a Sanlúcar de Barrameda, la tierra de la manzanilla…  Visitamos Casa Bigote, claro, uno de los restaurantes populares y míticos de Andalucía. Entre otros platos, cómo no, los legendarios langostinos, de impresionante cocción, textura, tamaño, sabor… sin duda ésta es la meca de los langostinos. Además disfrutamos de unas gambas blancas de Huelva a la sal, un atún en aceite, etc… Pero de lo que no nos podemos olvidar es de la memoria histórica gastronómica que flota en el local.

Este establecimiento nació en 1951, cuando Fernando Bigote abrió las puertas de la actual taberna con el fin de cumplir con la tradicional  forma de cobro de los marineros, lo que se conoce como el «zafo». El tabernero hacía la función de repartir las ganancias que el barco había sacado en la pesca, distribuyendo el jornal entre la tripulación según su categoría. Una vez la tripulación había cobrado, se gastaban en manzanilla parte del jornal. Así nació este mítico establecimiento.

En el año 1967 la segunda generación, Fernando y Paco Bigote, toman parte en el asunto y renuevan el aire de la taberna introduciendo tapas y guisos tradicionales de la zona. En 1971 el éxito es tal que la taberna que empezó con el fin de practicar el «zafo» amplía su establecimiento con el restaurante y dos salones con vistas al coto de Doñana. En la actualidad la tercera generación ya es parte de la historia de este emblemático establecimiento.