Ayer tuvo lugar en la Fundación Alícia una charla-demostración a cargo del fraile franciscano Juan Luis Barrera que sirvió para dar el pistoletazo de salida a las Jornadas Monàcalia, que se celebraran el próximo fin de semana en la localidad catalana de Navarcles. Seguramente os preguntaréis, ¿qué tiene que ver una feria dedicada a los frailes con la Fundación Alícia y la gastronomía? Más de lo que parece. Navarcles es una pueblo que está situado a poca distancia del monasterio de Sant Benet de Bages y de Món Sant Benet, un espacio cultural y de ocio de 18 hectáreas donde se encuentra la Fundación de investigación alimentaria.
Las Jornadas Monacàlia tienen el objetivo de recordar una relación de más de mil años entre los habitantes de la población y el monasterio, que actuaba como su señor feudal y espiritual. Por otro lado, se pretende explicar los pilares básicos de la vida en un monasterio y, como parte fundamental de ella, la cocina monacal. Y aquí es donde entra el fraile franciscano Juan Luis Barrera, uno de los máximos expertos de España en este tipo de cocina y que cuenta con 45 años de experiencia en los fogones del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, patrimonio de la humanidad.
Durante la demostración en la Fundación Alícia este fraile extremeño habló de los principios fundamentales de la cocina monacal y de cómo se aplican los productos más importantes de su tierra a la cocina de la Hospedería del monasterio. También preparó algunas de las recetas más características como las croquetas del monasterio, el bacalao, el sorbete de ciruelas y explicó el funcionamiento de la matanza del cerdo.
Bajo su tutela, que empezó en 1954, la Hospedería pasó de ser un edificio prácticamente abandonado a un hotel de fama internacional, del cual es el director. En Guadalupe tuvo ocasión de dar de comer a grandes personalidades como el Papa Juan Pablo II o los Reyes de España. En 1995 obtiene la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, concedida por el Consejo de Ministros y otorgada por Juan Carlos I. Ha escrito dos libros sobre su reputado recetario en la Hospedería, con gran éxito de ventas y de una gran utilidad para los historiadores y los expertos en tradición culinaria.
Ya sabemos un poco más de gastronomía gracias a la cocina monacal que, seguramente, ha influido mucho más de lo que creemos en la formación de la herencia culinaria que tenemos hoy en día. Sin duda, uno de los pilares en los que se apoya la innovación de la cocina de vanguardia y de la Fundación Alícia para poder llegar a nuevos horizontes gastronómicos.