La carne de los bueyes Preto y Amarelo llega a Taberna Pedraza

Redacción

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Preto y Amarelo, dos bueyes de la raza portuguesa maronesa criados por un matrimonio portugués de Valverde, unas aldea próxima a Vidago (norte de Portugal), fueron adquiridos en octubre del año pasado por el empresario gallego José Portas (gerente de la cárnica Discarlux) por unos 14.000 euros. La compra formaba parte del proyecto Fisterra Bovine World, desarrollado por su empresa para identificar las mejores carnes de bovino en el norte de Portugal y Galicia, el kilómetro cero del vacuno por sus condiciones únicas de clima, pastos y raza. “Dos ejemplares brutales”, dijo entonces Portas, que pesaban alrededor de 1.300 kilos cada uno. Ahora en Taberna Pedraza.

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Para el gerente de Discarlux, “estos bueyes son muy difíciles de encontrar, son animales muy peculiares por el tamaño de su cornamenta, con 250 años de historia. Especie ancestral,  conservada hasta nuestros días gracias a la cultura de los portugueses de preservar siempre la tradición. Son dóciles y muy tranquilos lo que se transforma en carnes espectaculares dado su metabolismo». Se trata de una de las razas autóctonas del norte de Portugal, arraigada entre los criadores de vacuno de esta comarca lusa, a unos 40 kilómetros con la frontera gallega de Verín-Chaves. Animales alimentados en casa, de forma natural y tradicional, a base de avena, millo verde y pasto.

Cuatro meses después, la exclusiva carne de estos dos animales de raza “maronesa” de seis años se podrá degustar, del 9 al 19 de marzo, en la madrileña Taberna Pedraza, tras una maduración cárnica de 100 días. Los lomos de Preto y Amarelo se presentarán en distintas elaboraciones: una cremosas croquetas de buey, consomé con la carne excelsa de este animal, una sorprendente picaña servida en carpaccio y por supuesto, el chuletón de buey a la parrilla.

La iniciativa Fisterra Bovine World de Discarlux surgió en 2018 para potenciar las razas de Galicia y el norte de Portugal, pero también otras. La primera cría en paralelo de trece razas, que todavía continua. Durante la primera fase de 24 meses hermanaron razas bovinas de todo el mundo, con la máxima pureza y una edad semejante en una finca gallega. Trece razas bovinas distintas, con morfologías diferentes, alimentadas y criadas bajo el sistema ganadero gallego, usando alimentación propia de la zona basada en maíz autóctono del país y pastos cercanos al mar. Variedades como Angus Aberdeen, Wagyu, Simmental, Galloway, Hereford, Dexter, Highland, así como Cachena, Limiá, Sayaguesa, Maronesa, Frisona o Rubia Gallega. Todas ellas fueron criadas bajo las mismas condiciones de alimentación y tras ser engordadas, un jurado de expertos eligió la mejor raza: Y fue la maronesa, por delante de la rubia gallega, sayaguesa o limiana. De aquella selección surgió la posterior compra de Preto y Amarelo que ahora culminará con la degustación de su carne en Taberna Pedraza.