Familia Torres presenta el nuevo vino de la gama Clos Ancestral, que descubre el patrimonio vitícola catalán y acerca las variedades ancestrales al consumidor. Tras su estreno hace un par de años con un tinto del Penedès elaborado con la uva prefiloxérica moneu y las autóctonas ull de llebre (tempranillo) y garnacha, Clos Ancestral suma ahora un blanco ecológico elaborado mayoritariamente con la variedad ancestral forcada, amparado también bajo la DO Penedès, que se convierte en el quinto exponente del proyecto de recuperación de variedades ancestrales iniciado hace 40 años por Familia Torres.
Forcada es la única variedad blanca ancestral, de las más de cincuenta recuperadas por Familia Torres, que por ahora reúne las aptitudes para elaborar grandes vinos y hacer frente al cambio climático, ya que se trata de una variedad de ciclo largo, que madura lentamente y mantiene una marcada acidez. Autorizada por la DO Penedès en 2018, este es el segundo vino de esta variedad que existe en el mercado; Familia Torres cuenta también con un monovarietal de pequeña producción destinado a la alta restauración.
Viñas del Vero optimiza el autoconsumo renovable gestionando el excedente fotovoltaico. Lo ha conseguido con la implementación de dos tecnologías que dan circularidad a las energías renovables y permiten un control de excedentes. Este desarrollo representa un nuevo paso en la apuesta por la sostenibilidad de esta bodega de la D.O. Somontano, localizada en Barbastro (Huesca). A sus campos fotovoltaicos activos desde hace años, se une la tecnología de baterías estacionarias de química LMO (litio manganeso óxido) aportando una segunda vida a baterías del sector automovilístico en un claro ejemplo de circularidad. Esta tecnología de control permite cargar las baterías en momentos de excedentes y descargarla en momentos punta. Para ello ha contado con el conocimiento de la empresa zaragozana Intergia. La segunda tecnología, denominada SOFC (pila de combustible de óxido sólido), transformará el hidrógeno verde con el que ya cuenta la bodega, fruto de anteriores proyectos europeos, en energía eléctrica en los momentos de mayor demanda en el seno de dicha pila de combustible. En este caso, Viñas del Vero actuará como empresa validadora de dicha tecnología en el marco de un proyecto de I+D del programa Misiones Ciencia e Innovación del CDTI y bajo la tutela de la empresa barbastrense Greengrouping. Esta convocatoria se encuentra incluida entre las actuaciones previstas en el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, recibiendo financiación de los fondos «Next Generation EU».
Entra en vigor la primera certificación internacional en viticultura regenerativa. La Regenerative Viticulture Alliance (RVA), impulsada por la Asociación de Viticultura Regenerativa, certifica los vinos que proceden de viñas regenerativas y, por lo tanto, contribuyen a frenar el calentamiento global. También es un reconocimiento a los viticultores que aplican este modelo de viticultura y que demuestran la mejora de los suelos en los que producen la uva. Es el principal estándar en viticultura regenerativa que capacita a los viticultores, elaboradores y consumidores para abanderar la acción climática a través de una viticultura que mejora la salud de los suelos y de las viñas y tiene un impacto positivo en términos de biodiversidad, secuestro de carbono y ciclos de agua, en las zonas de producción. La certificación, que entra en vigor en abril, está creada por la Asociación de Viticultura Regenerativa, con la colaboración de The Regenerative Viticulture Foundation, y de la entidad internacional independiente de certificación Ecocert para verificar el cumplimiento de las prácticas regenerativas a las viñas. Los requisitos mínimos para obtener esta certificación son estar trabajando en viticultura regenerativa durante un año como mínimo; acreditar una formación en esta temática (curso de iniciación que se imparte desde la Asociación) y realizar análisis físico-químicos de los suelos a través de laboratorios acreditados y analíticas cualitativas un golpe en el año. Los vinos que soliciten el sello RVA tendrán que disponer del certificado ecológico o demostrar que proceden de viñas cultivadas en ecológico durante al menos tres años de acuerdo con la normativa vigente. La RVA contempla un estado transitorio durante un periodo máximo de seis años para aquellos viticultores que no apliquen la totalidad de las prácticas recomendadas en el estándar, que se indicará como ‘RVA Transition’. Una vez implementen todas las prácticas de viticultura regenerativa, obtendrán el sello ‘RVA Certified’.
La bodega Perelada (D.O. Empordà) celebra este 2023 su centenario con la mirada puesta en el futuro y con dos grandes objetivos estratégicos: ser referentes en sostenibilidad y seguir creciendo en calidad, pasando de elaborar vinos que reflejen el paisaje y la diversidad del terroir ampurdanés. Así lo anunció Javier Suqué, presidente y copropietario de Peralada junto con sus hermanos, y Delfí Sanahuja, enólogo y director técnico de la compañía desde hace 30 años. También han avanzado que la bodega celebrará el 100 aniversario con acciones como una gran fiesta inmersiva para todo el mundo en el Centro de Artes Digitales IDEAL Barcelona o la creación de uno de los vinos más exclusivos que ha elaborado Perelada hasta hoy: el Vi del Centenari.
Para cumplir ese primer objetivo, la sostenibilidad, Perelada cuenta ya con la nueva bodega inaugurada el 2022, la primera de toda Europa que ha conseguido el sello LEED Gold, una de las certificaciones de sostenibilidad más importantes del mundo. Además, a partir de 2025, todas sus viñas tendrán la certificación de cultivo ecológico. En los próximos años, la bodega también avanzará en la extensión de la agricultura regenerativa (que cuida la salud de la tierra manteniendo, estimulando y regenerando su fertilidad y biodiversidad) y que incluye prácticas como la eliminación de todo tipo de herbicidas, el uso de plantas que no erosionan el terreno, etc. También se está trabajando en medidas como el riego con agua recuperada de depuradora, como ya se hace en la finca Garbet desde hace 25 años, o el riego semienterrado, que llega a las raíces mucho antes que el riego aéreo y evita el derroche, un proceso que ya se utiliza en las viñas que rodean la nueva bodega.
Ante los signos evidentes del cambio climático, como el actual episodio de sequía, Perelada también busca fincas situadas en zonas elevadas o más húmedas y estudia variedades que soporten mejor las altas temperaturas y la falta de lluvia. Las prácticas sostenibles se extienden desde la viña hasta la nueva bodega, con el uso de la geotermia, el consumo eficiente de agua y electricidad, la elección de materiales y procesos sostenibles, el aislamiento térmico y el predominio de la iluminación natural.
Este 2023, Perelada empezará a utilizar botellas 100g más ligeras, de textura rugosa, sostenibles y 100% reciclables, que reducen la huella de carbono y el derroche de vidrio. Los nuevos vinos de la bodega, el Amfitrió y el Obsequi serán los primeros en utilizar la nueva botella y a largo plazo se espera que este modelo se extienda a gran parte de la producción. En los próximos 5 años, la compañía tiene previsto poner en marcha más de 200 iniciativas de sostenibilidad, con el propósito que este eje sea un sello de identidad corporativa.
El segundo gran objetivo de Perelada es hacer un nuevo salto en calidad gracias a su innovadora bodega, que permite grandes mejoras en la vinificación, como por ejemplo hacerla en 188 depósitos para llevar hasta el extremo la meticulosa selección de uva, separado en función de los diferentes suelos de las varias fincas de Perelada. La mejora enológica ya se puede comprobar en los vinos jóvenes vinificados en las nuevas instalaciones, como Collection, Inspirador y Cigonyes, vinos con más fruta y equilibrio, elegantes y frescos. Esta primavera también saldrán al mercado los primeros vinos de alta gama elaborados en la nueva bodega: Finca Malaveïna 2020, Finca Espolla 2020, un vino muy especial para conmemorar el centenario y dos nuevos vinos.