Fueron tres jornadas en cuatro días. Una expedición española a tierras americanas que se saldó con nota, y que tanto Vocento como ICEX, sus promotores, prometen repetir. Spain Fusion concentró el interés mediático y restaurador del estado de Texas del lunes 7 al jueves 10 de noviembre, dejando un sello que permanecerá. “No conocía el sabor del aceite de oliva virgen extra. A partir de ahora no faltará en mi cocina”, comentaba Tiffany Derry, chef del restaurante Roots Southern Table de Dallas; “Los vinos son excelentes, y desconocidos”, razonaba otro restaurador en San Antonio; “Me quedo con el jamón ibérico. Espectacular”, aseveraban dos amigas gourmets en Austin. Valoraciones comunes que no obstante partían en su mayoría de una tesis mayor: falta comunicación.
“Es muy importante esta clase de evento para aprender, para que el público conozca mejor la cocina y el producto español. Porque actualmente lo confunden con el mexicano y no llegan a conocerlo. Cuando lo hacen, como pasa aquí, se sorprenden y se convencen”. Éstas eran palabras de Susana Bray, una española nacida en Suiza pero residente en Dallas que había participado en la sesión de Spain Fusion en la ciudad texana que, como en la de las otras dos ciudades receptoras (San Antonio y Austin), había concentrado a un centenar de periodistas, empresarios e influencers para probar y adentrarse en el conocimiento del producto español.
Porque se necesita. Lo evidenciaba Melinda Greene, una joven texana que llegaba al evento con unas amigas: “Leí que se celebraba y, como me interesa la buena gastronomía, hemos venido. Por el jamón principalmente, que ya conocemos, pero también por otros productos y platos”. A la pregunta de cuáles, se constataba el trabajo que queda por delante: “Me encantan los tacos, y quiero saber mejor con qué productos se elaboran”.
Lo explicaba la directora adjunta de la Industria Alimentaria de ICEX, Salomé Martínez, presente en el evento: “Texas, EEUU, ya tienen una base de conocimiento pero que debemos agrandar. Los mimbres están, no obstante”. Hecho certificado por Andy Hack, empresario de San Antonio que se había acercado a Spain Fusion para “conocer mejor con lo que trabajo”. “Las catas de vinos y quesos de España triunfan cuando las programo, aunque falta información. Faltan más eventos como éste, que lleguen al público”, comentaba este nieto de una española que se casó con un marine en la base gerundense de Roses.
“Recuerdo el olor a comida de los domingos en casa de mi abuela. Para mí, eso es España”, apuntaba mientras sostenía una copa de tinto en una mano y una tapa de ibérico en la otra. “Y esto también”, añadía mirando hacia abajo. A esta visión generalista de la gastronomía patria se sumaba Matthew Lightner, chef que alcanzó dos estrellas con Atera (Nueva York) y que participaba en el evento ilustrando sobre las conservas nacionales, “la mejor manera de transportar calidad, y en un formato –el de la lata- que triunfa en EEUU”. “Una mesa con españoles y producto español está viva, es divertida, como de celebración, todo el mundo lo pasa bien. Y eso es importante para transmitir”.
Diversión y calidad como materia prima; más comunicación como vehículo. Es lo que intentaba paliar Spain Fusion, lo que demandaban los asistentes, en este caso en voz de Lily Poulsa, texana de origen cubano que apostaba por una variante: “La cocina española es sana y healthy, y debería promocionarse más este aspecto aquí, que hay mucha querencia por ese tipo de cocina”. Voces como las citadas se recogieron por decenas en las tres ciudades, todas felices de participar en eventos “que tendrían que repetirse cada mes para generar una cultura y una necesidad de producto que hiciera que éste llegará más fácil al comensal texano”, explicaba Sandra K. Samwel, comercial del distribuidor de vinos Jorge Ordóñez presente con stand en la feria.
Era la última conclusión de Spain Fusion, la necesidad de que el producto español, certificado por su calidad, se encuentre en los supermercados, tiendas de alimentación y restaurantes en este caso del estado de Texas. Lo explicaba otra asistente, Anne Thompson: “Lo que más conozco son los quesos, la paella y el jamón serrano, pero no los encuentro fácilmente, por eso he venido”. Y lo volvía a recordar Periko Ortega, el chef español que acompañó a la comitiva cocinando durante los cuatro días: “El camino marcado es empezar por la entrada de los productos. Generar demanda. Cuando la haya, entonces sí será la hora de montar los restaurantes”.
Porque en esto, como en otras cosas, “Italia nos lleva ventaja”, confirmaba José Iraizoz, representante de Viña Valoria en Spain Fusion: “En Texas se ven muchos restaurantes italianos o franceses, que generan economía y conocimiento para sus productos y gastronomía. España no tiene”. Un viaje de mil millas comienza con un primer paso. Spain Fusion 2022.