Accademia del Gusto C. de Cristóbal Bordiú, 55, Chamberí
Quince años acaba de cumplir este colmado italiano que nada tiene que envidiar a las mejores tiendas gourmet de Roma o Milán. Lo inauguró en 2009 la empresaria Nicoletta Negrini, responsable de la distribuidora de productos transalpinos que lleva su apellido. No contenta con ser líder en el sector hostelero, su idea era promover entre los madrileños la autenticidad de su tierra. Y vaya si lo ha conseguido.
Chacinas desconocidas por estos pagos, quesos de una punta a otra de la Bota, inabarcable variedad de pastas y arroces, salsas y conservas, aceites y vinagres y varios centenares de referencias vinícolas de todo el país conforman el grueso de una oferta que se completa con cursos de cocina italiana y la posibilidad de contratar catering y eventos.
La Accademia del Gusto se ubica junto al Consulado de Italia y el Liceo Italiano de Madrid, en lo que se ha dado en denominar el Little Italy madrileño. De hecho, a un par de manzanas se encuentra Mercato Italiano, con una oferta más reducida pero igualmente genuina.
Coalla. C. de Serrano, 203, Chamartín
El proyecto de Coalla nació en Gijón en 1955, con una pequeña tienda de alimentación de la mano de José Suárez Coalla. Mucho tiempo después, en 2019, ya con Ramón Coalla, actual titular al frente, llegó la sucursal de Oviedo. Y, casi inmediatamente, la de Madrid, en septiembre de 2020, en plenas restricciones pandémicas.
No fue, esta última, una apertura cualquiera, sino una de las más ambiciosas que han tenido lugar en la capital en mucho tiempo, en un impresionante esquinazo de más de 400 metros cuadrados en el barrio de Chamartín, a dos pasos del estadio Santiago Bernabéu, que tiempo ha ocupara una tienda de muebles de cocina.
Coalla Madrid dispone de dos plantas. La inferior está dedicada a productos gourmet de primera, desde conservas de primer nivel hasta quesos y chacinas, pasando por salmones ahumados, legumbres o el tan de moda arroz de Molino Roca. En la superior, la bodega, con cerca de 2.000 referencias, entre las que destacan generosos y espumosos además de, en honor al Principado, una selección de sidras. En ambas, mesitas altas para poder consumir los productos, sobre todo los líquidos, in situ.
Además, dispone de una demandadísima terraza urbana con una oferta de picoteo informal basada en el producto a la venta y una interesante selección de vinos por copas.
Doña Tomasa. Varias ubicaciones
Doña Tomasa es una empresa conservera de Santoña cuya gran especialidad siempre fueron las anchoas. Durante muchos años sólo distribuía sus productos a través de los canales horeca y retail, hasta que en 2017 se decidió a abrir en Santander una primera tienda física para vender de forma directa a los clientes. Un año después, a la vista de que la fórmula funcionaba, decidió confirmar la alternativa en Madrid.
A día de hoy, Doña Tomasa cuenta con cinco sucursales en la capital, a las que hay que sumar otra en Pozuelo de Alarcón y cinco en Cantabria. Naturalmente, las anchoas, de todos los calibres y con todo tipo de aderezos, son las grandes estrellas, siempre siguiendo procesos de elaboración originales y tradicionales.
Pero no están solas. Comparten anaqueles con ellas conservas marinas (mejillones, sardinillas, zamburiñas) y terrestres (magret de pato, foie, codornices escabechadas), productos lácteos (quesos, mantequilla), verduras (espárragos, alcachofas, piparras) y hasta guisos preparados (callos, morros y pata).
Un paraíso para los amantes del laterío fino.
Mantequería Teresa Huertas 1943. C. del Marqués del Riscal, 11, Chamberí
Cualquiera que visitara el restaurante Coque cuando estaba ubicado en Humanes, antes del traslado a la actual sede de Chamberí, recordará a la entrañable Teresa Huertas, madre de los cuatro hermanos Sandoval (Mario, chef; Juan Diego, maître; Rafael, sumiller; y José Ramón, por aquel entonces encargado de los asados y actualmente entrenador de fútbol), sentada a la entrada del mismo recibiendo a los clientes, orgullosa de sus hijos.
Teresa Huertas, fallecida en 2013, sigue muy presente en el recuerdo, y en la vida misma, de los tres hermanos que se siguen dedicando a la hostelería. Tanto que han decidido honrar su memoria poniéndole su nombre a la mantequería ilustrada del siglo XXI que inauguraron en junio de 2024, puerta con puerta con el biestrellado Coque (tan puerta con puerta que desde ese local hicieron el butrón para robar en su bodega) y a dos pasos de su hermano pequeño, el más informal Coquetto.
En una antigua farmacia remodelada por el arquitecto Jean Porsche, los Sandoval se proponen difundir en el barrio los productos top que utilizan en el restaurante. Legumbres de Daganzo, frutas y verduras selectas de su huerto ecológico en la finca Jaral de la Mira de El Escorial, especias de aquí y de allá, aceites y vinagres, embutidos, panes de masa madre, bollería, y dulces horneados en obrador propio…
Pero, por encima de todo, como seña de identidad propia e intransferible, recetas clásicas de Teresa que elabora Mario en Coque y luego se embotan: escabeches de perdiz, de bonito o de níscalos, callos, cocido, paté preparado con el cochinillo de Coque, salsa de tomate, salmorreta casera… Y muchas más cosas.
Rafael se ocupa personalmente de los vinos y cada semana propone una selección de botellas que se salgan del sota caballo y rey habitual, elegidas entre los miles de referencias que integran la bodega de Coque, una de las mejor provistas de España.
Petramora.C. del Barquillo, 40
¿Apetece probar las míticas croquetas del templo asturiano Casa Marcial o sus igualmente míticos pitu de caleya y fabada sin tener que salir de Madrid? Pues ya es posible, porque son la última incorporación al catálogo de Petra Mora, esa tienda con decoración de estilo neoyorquino que se localiza en una antigua tienda de sonido en el corazón del cosmopolita barrio de Chueca.
Estos legendarios platos se suman a los productos cárnicos y lácteos procedentes de la Dehesa de la Guadaña zamorana y a una selección de platos preparados especialmente diseñados por el cocinero barcelonés Jordi Vilá y por el restaurante healthy Olivia Te Cuida.
También dispone de una interesante oferta de conservas (léase navajas a la brasa de Güeyu Mar, hígado de rape al natural de Porto-Muiños o anchoas Sanfilippo), de Ibéricos de Carrasco y de una bodega con personalidad propia.
Sally Pepper, C/ de Francisco Silvela, 14, Salamanca
El nombre de esta tienda abierta por Juan José Pariente y Mario Sáez en 2016 no responde a ninguna actriz ni a ninguna cocinera sino que es un juego de palabras con la expresión sajona “salt and pepper” (sal y pimentas). Y es que Sally Pepper está consagrada a las especias y las hierbas aromáticas procedentes de todo el mundo.
Pimientas, sales, chiles, pimentones, canela, cardamomo, mezclas (curry, massala, ras al hanout, cajún)… más de cien variedades de sazonadores diferentes a las que hay que sumar una treintena de salsas picantes, algunas de ellas prácticamente inhumanas y con nombres tan premonitoriamente divertidos como KemaKulo o PainIs Good, menaje especializado y libros sobre su uso y disfrute.
Supernormal, Plaza de Chamberí, 11, Chamberí
Ingenieros, Almudena Peña y Fernando Usera dieron un giro copernicano a sus vidas con el alquiler de una huerta de 15 hectáreas en la localidad cacereña de Tiétar para cultivar sus propias frutas y verduras, certificadas como ecológicas. Unos productos que comenzaron a vender en su primera tienda capitalina en la plaza de Chamberí, en 2022.
Ante la respuesta del público, en otoño de 2024 han apostado por un segundo local, en Chamartín, donde amplían la oferta con una selección de quesos, carnes de pasto ecológicas o embutidos procedentes de pequeños ganaderos, hasta alcanzar el medio millar de productos. Además, incorporan una cafetería con horario ininterrumpido cuya propuesta se centra en platillos elaborados con los propios ingredientes de la tienda.
Y, siguiendo a rajatabla la línea de sostenibilidad, han sumado una pequeña bodega, seleccionada por Sega M. Diop, director de sala y sumiller de los restaurantes Mo de Movimiento y Tramo, que propone vinos naturales y ecológicos… Que, ojo, filosofías al margen, no son para todos los públicos.