Con la inminente celebración de la Gala Latin America’s 50 Best Restaurants en Rio de Janeiro (próximo 26 de noviembre), esta radiante y bulliciosa ciudad brasileña se convierte en la capital gastronómica del continente y punto de peregrinación de la tribu culinaria americana. ¿Cómo descubrir y comerse lo mejor de Rio?
Hemos pedido a algunos de los mejores chefs cariocas que nos desvelen sus restaurantes, bares y botecos favoritos: aquellos establecimientos extraordinarios pero poco conocidos por los foráneos que son su descanso y disfrute privado cuando están fuera de sus cocinas.
Danilo Parah (Restaurande Rudä)
Lilia
Local de inspiración industrial en Lapa -ladrillos vistos y metal-, su chef, Rafael Scatolin, factura una cocina espontánea, con cambios diarios de platos a partir del mercado sus proveedores. Una visión contemporánea de Brasil llena de vegetales, hierbas y postres de autor.
Pescados na brasa
Restaurante muy informal y brillante de colores amazónicos (donde vivieron sus responsables, José Maria y Adriana Veloso), su especialidad son los pescados del norte, con platos muy suculentos como la costilla de tambaqui, el tacacá, el pirarucú a la brasa o la caldeirada paraense.
Casa 201
Establecimiento pequeño e íntimo (solo bajo reserva) liderado por el chef João Frankenfeld, ofrece una cocina con toques franceses (estudió allí), alta técnica y refinada creatividad con la particularidad de que todo se elabora allí, en la cocina vista, desde la charcutería a los quesos.
Bar Botica
Dos mixólogos y un chef: Tai Barbin y Alex Miranda y Manu Zappa. Boteco ilustrado que propone un pequeño menú de clásicos de la casa y platos del día y petiscos (pinchos). Cerveza tirada con cariño, cócteles con poderío e interesantes recetas con pulpo y calamar.
Dois de fevereiro
En Saúde, la llamada ‘Pequeña África’, junto al puerto de Rio de Janeiro, el barrio donde nació el samba (cada día hay fiesta). El chef, João Diamante (premio Champions of Change 2024 por 50 Best), pone sobre la mesa la ancestralidad gastronómica a partir de los sabores de África, Bahia y Rio de Janeiro. El mejor retrato de ello es la moqueca con coco laminado, jengibre, banana da terra y ‘dendé’ y también la coxinha de bobó o el acarajé.
Gerônimo Athuel (Restaurantes Ocyá Ilha Primeira & Leblon)
O Caranguejo
Restaurante informal dedicado al marisco y al pescado. Cangrejo, por supuesto (casquinha de siri, patas…), pero, además de otros petiscos, grandes hits como la empanada de camarón, el cherne con salsa de camarón, el bacalao a la moda o la moqueca.
Ella pizzaria
Una de las mejores pizzerías de Rio, interpretadas desde el gusto napolitano y las masas de larga fermentación por el chef Pedro Siquiera. Embutidos, quesos, y pizzas tan robustas como la de tomate, calabresa fresca molida, scamorza, acelga asada, tomate-cereza, ralladuras de limón siciliano y páprika picante.
Coltivi
Pizzería innovadora y gastronómica recreada por el chef Meguru Baba en un ambiente con encanto. Un trabajo muy cuidado (larga fermentación) con éxitos como la pizzas frita con relleno de stracciatella, jamón royale y almendras; la que incorpora fondutta de queso, fior di latte, provolone ahumado, patata asada, jamón royale y páprika ahumada; o la rompedora ‘carbonara con lasaña’, con pasta fresca de lasaña, fior di latte, crema de ricota, yema curada, guanciale, grana padano rallado y pimienta.
Pedro Coronha (Restaurante Koral)
Lasai
Con dos estrellas Michelin, el chef Rafa Costa e Silva (ex Mugaritz) es a día de hoy una de las mejores propuestas culinarias de Brasil. Con un local (abierto sólo por la noche) para sólo 10 personas y menú degustación, su cocina, en una única barra abierta y afinada al máximo, es un prolijo fresco de la ubérrima y cromática naturaleza de Brasil. Toda la carta cambia diariamente. Verduras, legumbres del huerto propio. El pescado, el marisco y la carne son tan solo invitados.
Naga
Aunque se encuentra en un centro comercial, eso no debe llevar a engaño. El chef, Raúl Ono, factura unos impresionantes nigiri y sashimi, además de otras especialidades, en una atmósfera decididamente chic.
Pope
Gastrobar enamorado de Italia. El Mediterráneo con toques cosmopolitas es el concepto de Edu Araújo y Jonas Aisengart. Triunfan elaboraciones como el atún a la Tokio, los arancini, el ravioloni trufado o el cerdo a la milanesa.
Clan BBQ
Estética brutalista para este restaurante focalizado en el fuego y dirigido por Pepo Figueiredo y Newton Rique. Carnes a mogollón entre las que no hay que perderse la lengua ahumada con alioli o el cordero con chimichurri.
Vanessa Rocha (Restaurante Maria e o boi)
To na boa
Ubicado en medio de la floresta, al oeste de Rio, Gizela Martins, joven chef quilombola (nacida aquí, en el quilombo de Cafundá Astrogilda), es la solidaria correa de transmisión de los olvidados productores de la zona, tanto para su restaurante como para alimentar dignamente a las empobrecidas comunidades anexas. Sus especialidades son los ‘pasteis’ (especie de empanadilla), especialmente el de camarones con queso catupiry, el bobó de camarón, los diferentes risottos (setas, camarón), el arroz de coco, de pulpo…
Bar de Sto. Antonio
Tasca de filiación portuguesa con una carta muy cuidada a base de petiscos (el pastel de queso da Serra es un must), monumentales bacalaos, pulpo a la lagareiro y el exitoso ‘arroz de pescador’, tradicional en Cascais.
Yaya Comidaria Pop Brasileira
Andressa Cabral es la chef de este restaurante ‘de barrio’ que apuesta por los recuerdos baianos, pero con acabados contemporáneos. No se deben obviar, pues, elaboraciones como el pulpo con vatapá, la picaña de sol, la moqueca de caju y castaña, la patota de Cosme o el bobó.
Thomas Troisgros (Restaurante Oseille)
Pura brasa
Son fama sus choppes (cañas), bien tiradas y heladas. Y su carta, tradicional brasileña y que congrega tanto en el interior como en la terraza una auténtica horda de fans entregados. El pollo en espeto es uno de sus grandes éxitos, así como el resto de sus carnes desde la picaña al solomillo. Gran despliegue en los entrantes con tapas tradicionales de boteco carioca.
Chanchada Bar
Boteco gastronómico (uno de los punteros de Rio) liderado por Bruno Katz. Tradición en todos sus platos, pero siempre revisitada con espíritu contemporáneo. Petiscos, escabeches, empanadas, pastel de langosta, calamar, sandubas (bocadillos)…
Si Chou
Elia Schramm y Menandro Rodrigues están detrás de este restaurante cuya cocina viaja por Japón, China, Vietnam y Tailandia, tanto en elaboraciones canónicas como en platos con mestizaje brasileño.
Katz Sü
Colores cariocas y asiáticos fusionados en este restaurante de Bruno Katz. Platos como el ceviche, las alitas de pollo, el arroz frito de cerdo o el pad thai de camarones. También cócteles singulares.
Rafa Costa e Silva (Restaurante Lasai)
Bar da Frente
Mariana Rezende dirige este bar gastronómico que ofrece petiscos, un monumental arroz de camarones y carnes o la panceta rellena de camarón. Cervezas artesanales.
Bar da Gema
Luiza Souza, junto a Leandro Amaral, propone una carta con varios de los grandes éxitos que ya registró en su anterior ubicación. Entre ellos, la coxinha, la polenta con rabada o la parmigiana de pollo. Viernes y sábado sirve feijoada, y los domingos, bobó.
Bracarense
Clásico y reputado bar de Leblon desde los años 60 del pasado siglo. Es fama su bocadillo de jamón y queso, amén de sus bolinhos y croquetas. La cerveza, un diez, y también muy populares las caipirinhas.
Bar do Momo
Afamado boteco con especialidades que crean adicción como las bolas de arroz con queso o con calabresa, los ‘pasteis’, la coxinha de rabo o el ‘farol de minha’ (carne asada rellena de salchicha, queso fundido y huevo).
Bar do Bode Cheiroso
Bar de toda la vida reconocido por sus cañas de cerveza Brahma y por sus celebrados torreznos, el pastel de molleja de pollo, los camarones empanados en panko o el potente jamón con mahonesa muy bien acompañado.
Jobi
Servicio a la antigua para este insobornable (y repleto) boteco que ofrece grandes clásicos cariocas como el pulpo a la vinagreta, la carne seca con cebolla y farofa o el sandwich de solomillo con queso.
Cachambeer
Pastel de panceta con cebolla, o de camarón, o de solomillo con queso. Clásicos de este boteco que dirige Marcelo Novaes y que también ofrece platos más currados como la costilla marinada y cocinada en churrasquera cerrada, el signature del bar.
Velho Adonis
Local un tanto remoto, de adscripción culinaria portuguesa, y de increíble fama, lo que convierte conseguir mesa allí en una atestada aventura. Recomendaciones: el pulpo con bacon, los mejillones con mantequilla ‘escargot’, los bacalaos, la ‘rabada’ (rabo de buey), pura tradición brasileña, de equilibrada robustez.
Joao Diamante (Restaurante Dois de fevereiro)
Bao
Italia y Minas Gerais se codean en este restaurante del chef minero Kiko Faria. Sólo ocho sillas en una mesa servida personalmente por el cocinero. Costilla de cerdo con miel de caña o spaghetti all’arrabbiata con pulpo.