Cuando Aurelian Catalin, conocido por sus clientes como Cata, llegó a España desde Rumanía comenzó a trabajar en un conocido asador de la localidad vallisoletana de Tordesillas, El Torreón. Allí aprendió el arte de las parrillas. Arte que luego ha desarrollado en su propio restaurante, La Taberna de Elia, que abrió en 2008 en Pozuelo de Alarcón y donde se ha ido consolidando como el mejor parrillero de la Comunidad de Madrid. Hombre inquieto, obsesionado por la calidad, ha hecho de su asador un espacio de referencia para los carnívoros madrileños. Gran conocedor de razas y orígenes, selecciona las mejores carnes entre distintos proveedores y las madura él mismo en sus cámaras para darles la ternura y el sabor que considera adecuados para cada una. Un proceso que acaba con el paso por las brasas, donde el rumano consigue darles el punto exacto, con absoluta precisión. Las chuletas llegan calientes por dentro y por fuera, con los tres colores bien marcados. El éxito de Cata se basa en que no se ciñe a un solo proveedor ni a una sola raza ni aplica la misma maduración a todas. En su carta hay ternera del Guadarrama, angus argentino, vacuno