Entre las cosas buenas que tiene Madrid Fusión están algunas actividades que aprovechan la presencia en la capital de grandes cocineros nacionales e internacionales. Por ejemplo la cena organizada por Quique Dacosta en su restaurante Deessa, del hotel Ritz, acogiendo como invitado a uno de los mejores chefs mexicanos, Jorge Vallejo, que ejerce en Quintonil, en Ciudad de México. Un menú que reunió platos del triestrellado Quique Dacosta de Denia junto a otros de Deessa y a los que trajo Vallejo desde el otro lado del Atlántico. Tengo que confesar que cuando estuve en Quintonil, hace ya cinco años, salí un tanto decepcionado de un restaurante que en aquel momento ocupaba el puesto veinticuatro en la marquetiniana lista de 50 Best (ahora es el número siete). No cené mal, pero por debajo de lo que podía esperar de un comedor tan renombrado. Algo debió influir que aquella noche Vallejo estuviera en Buenos Aires, asistiendo precisamente a la gala iberoamericana de la lista, pero no me pareció motivo suficiente para un resultado irregular, alternando platos muy notables con otros que suscitaban bastantes dudas. Dudas que se han disuelto por completo tras la cena de la pasada semana. Llegó el mexicano